HISTORIA DEL MOVIMIENTO

COMO SURGIÓ
EL MOVIMIENTO
DE SEGLARES
CLARETIANOS








SUMARIO

I. PRESENTACIÓN

II. ANTECEDENTES CLARETIANOS
1. Primera etapa: los grupos que Claret puso en marcha (1846-1870)
2. Segunda etapa: los Colaboradores Claretianos (1938-1973).
2.1. Creación de la asociación de Colaboradores
2.2. Los Colaboradores como “obra propia” de la Congregación
2.3. Orientaciones del Capítulo General de 1967 sobre los Colaboradores
a) El Capítulo acentuó su condición de evangelizadores
b) El Capítulo reforzó la dependencia de la Congregación.
3. Tercera etapa: los Asociados Claretianos.
3.1. Filiación Cordimariana se convierte en Instituto Secular.
3.2. Reunión de CICLA en Belo Horizonte
3.3. El Capítulo General de 1973.
a) Los Asociados son evangelizadores
b) Dependen de la Congregación
3.4. Los Estatutos de los Asociados

II. PRIMER ENCUENTRO INTERNACIONAL DE ASOCIADOS CLARETIANOS
1. Los participantes
1.1. A quiénes representaban
1.2. Carácter de los diversos grupos de asociados
2. Temas del Encuentro
3. Conclusiones del Encuentro
4. La cuestión del nombre
5. Mensaje del Encuentro a la Congregación.
6. Aportación del Encuentro al nacimiento del Movimiento de Seglares Claretianos.

IV. UN CAPITULO QUE MARCA LA DIFERENCIA
1. Representantes de los Asociados Claretianos en el XIX Capítulo General.
2. Mensaje del Capítulo a los Claretianos Seglares de todo el mundo.
3. Los Seglares Claretianos en las Constituciones de la Congregación
4. Los Seglares Claretianos en la “Misión del Claretiano hoy”.
5. Una toma de postura con grandes consecuencias

V. EL SECRETARIADO PARA LOS SEGLARES CLARETIANOS
1. Constitución del Secretariado
2. Primer encuentro de asesores religiosos del Movimiento.
3. Aspectos en que el Movimiento necesita mayor ayuda del Secretariado

VI. CONSTITUCIÓN DEL MOVIMIENTO
1. El borrador del Ideario
1.1. El encargo
1.2. Las fuentes
1.3. La participación de las Bases
2. La Asamblea General Constituyente
1.4. Convocatoria
1.5. Los participantes
1.6. Desarrollo de la Asamblea
3. Evolución del laicado claretiano desde sus orígenes hasta 1983.

VII. DESARROLLO DEL MOVIMIENTO ENTRE 1983 Y 1987
1. El período que va entre la primera y la segunda asamblea del Movimiento.
1.1. Evolución de los grupos de Seglares Claretianos
1.2. La vida de las zonas y de las regiones
1.3. El servicio de animación del primer consejo general.
2. La II Asamblea General
2.1. Evaluación del desarrollo del Movimiento.
2.2. Revisión y perfeccionamiento del Ideario.
2.3. Elección de la forma asociativa del Movimiento.
2.4. Temas de estudio
2.5. Elección del nuevo consejo general
2.6. Los mensajes de la Asamblea.
3. Reconocimiento oficial del Movimiento y su integración en el Pontificio Consejo para los Laicos.





I - PRESENTACIÓN

En junio de 1999 recibí la siguiente petición de la secretaria general del Movimiento de Seglares Claretianos: "A nombre del Movimiento, le solicitamos que nos colabore escribiendo la historia del Movimiento. Dado que usted conoce gran parte del proceso de lo que somos, le estamos solicitando este favor; el ideal es que algún día la escribamos algún seglar claretiano, pero, mientras eso se da, no debemos dejar que se pierdan algunos pasos importantes". Un mes más tarde cesó el consejo general, pero el nuevo consejo se apresuró a pedirme inmediatamente el mismo servicio.

Los caminos que he recorrido con el Movimiento y los lazos que a él me unen constituyen una razón muy fuerte para aceptar este servicio, aun estando agobiado por otros muchos trabajos. Sin embargo, para no impedir que algún día un seglar claretiano escriba la historia del Movimiento, lo que yo voy a escribir no es una historia, sino un sencillo testimonio para dejar constancia de lo que he “visto y oído” a lo largo del proceso de gestación y nacimiento del Movimiento de Seglares Claretianos con el que he estado muy relacionado, especialmente durante los once primeros años de su nueva caminada. Con ello espero contribuir a que no “se pierdan algunos pasos importantes” del camino recorrido por el Movimiento.

Para entender correctamente lo que voy a escribir, hay que distinguir entre seglares claretianos y el Movimiento de Seglares Claretianos. Podemos decir que seglar claretiano es todo aquel seglar que vive el carisma y realiza la misión claretiana, pertenezca o no a una institución claretiana oficialmente constituida. En cambio, el Movimiento de Seglares Claretianos es una forma concreta de comunidad y de organización que hace poco más de 20 años asumieron muchos seglares claretianos, que se dieron a sí mismos el nombre de "Movimiento de Seglares Claretianos".

No pretendo hacer la historia de los seglares claretianos, sino describir el nacimiento y los primeros pasos del Movimiento de Seglares Claretianos. Por eso esta “historia” comprende sólo el período que va desde su gestación y nacimiento hasta el reconocimiento oficial del Movimiento en 1988 por parte del Pontificio Consejo para los Laicos.Como el Movimiento está constituido por Seglares Claretianos, tengo que referirme a las raíces y antecedentes que tiene en el laicado claretiano en Claret, de quien heredan el apellido.

No es fácil determinar la fecha de nacimiento del Movimiento de Seglares Claretianos. Quizás lo más exacto sea hacerla coincidir con su Iª Asamblea General, celebrada en Villa de Leyva (Colombia) del 3 al 10 de julio de 1983. Fue ahí donde los diferentes grupos de seglares claretianos unieron sus cauces para correr juntos formando un movimiento. Quizás a otros les parezca másexacto tomar el Congreso de Asociados Claretianos celebrado en Río de Janeiro en abril de 1979como la fecha de nacimiento de nuestro Movimiento. Como luego diré, los seglares allí presentestomaron la decisión de unirse, pero como asociados a la Congregación, no como un movimientoautónomo. Creo que sin el encuentro de Río no habría nacido el Movimiento de SeglaresClaretianos o hubiera nacido más tarde, pero no es ésta la fecha de su nacimiento.
Alguien podría fijar la fecha de su nacimiento en el Capítulo General de los Misioneros Claretianosde 1979, al que asistieron cuatro seglares claretianos llevando los aires y los anhelos del Congresode Asociados Claretianos celebrado en ese mismo año en Río de Janeiro. Es un Capítulo que pusoen pié a los Seglares Claretianos y les dijo: vuestra identidad es otra, “caminada frente a la historiacon fuerza propia”.

De todos modos, aunque el Movimiento se constituyera oficialmente en la asamblea de Villa de Leyva, como ya indicamos, tiene unos antecedentes que se remontan hasta los grupos que organizó S. Antonio María Claret a mediados del siglo XIX. Es imprescindible decir unas palabras sobre ellos.

Quiero cerrar esta presentación declarando que el objetivo principal que me propongo al redactar este trabajo, además de recoger algunos datos interesantes para la historia del Movimiento, es ayudar a los seglares claretianos a descubrir y a vivir su propia identidad. El hecho de que yo sea sacerdote y religioso no me inhabilita para ello, ya que, antes que nada y sobre todo, quiero llegar a ser un fiel cristiano, como todos los seglares1.




II – ANTECEDENTES

1 Mi testimonio está respaldado por el hecho de haber asistido a los cinco últimos capítulos generales de la Congregación y a las cuatro primeras asambleas del Movimiento de Seglares Claretianos. Igualmente estuve encargado del Secretariado para los Seglares Claretianos durante seis años y durante 8 formé parte de su consejo general en calidad de asesor religioso.

Ya en el opúsculo titulado "Los Seglares Claretianos y la Congregación de Misioneros", escrito en 1980, describí ampliamente los antecedentes del MSC. Aquí voy a hacer solamente un resumen para continuar describiendo la trayectoria del Movimiento desde esa fecha en adelante. Lo que antecede al MSC y constituye sus raíces profundas son los grupos de seglares organizados por San Antonio María Claret entre los años 1847-1864 y la asociación de Colaboradores Claretianos, nacida en 1938 y transformada después en Asociados Claretianos (1973). Estas instituciones son, en realidad, tres etapas del caminar del laicado claretiano. Vamos a recordar brevemente algunos datos sobre cada una de ellas.


1.      Primera etapa: los grupos que Claret puso en marcha

Claret escribió muy poco sobre los seglares y sobre el papel que les corresponde en la misión de la Iglesia, pero confió mucho en ellos y en su potencial evangelizador. Más que teología del laicado, escribió estatutos y reglamentos para impulsar y canalizar la vida y la acción de los seglares. Por eso, lo importante no es la literatura de Claret sobre los seglares, sino sus prácticas de reunirlos en grupos e impulsarlos a vivir la fe y el compromiso cristiano.

Dentro de lo poco que escribió encontramos algunas frases que son como diamantes cuyos destellos iluminan nuestros caminos. En el reglamento que redactó para las Bibliotecas Populares en el año 1964, un interlocutor imaginario le pregunta si no sería mejor que los sacerdotes se encargaran de las Bibliotecas Populares para orientar a la gente en sus lecturas. Claret responde rotundamente: "No señor, porque el cura párroco y los demás sacerdotes se hallan ocupados en las cosas de su ministerio; ni tampoco tienen la oportunidad de meterse entre las gentes del pueblo como la tiene un seglar; y, además, en estos últimos tiempos parece que Dios quiere que los seglares tengan una gran parte en la salvación de las almas como lo vemos en los felices resultados que dan las conferencias de San Vicente de Paúl"2.

Aunque entonces no se hablaba de misión compartida, Claret compartió su misión evangelizadora con muchísimos seglares. No creó una única asociación o movimiento de seglares, sino que puso en movimiento a muchos seglares agrupados en diversas instituciones independientes entre sí. Quizás las más estructuradas fueron estas cuatro: La Hermandad del Corazón de María(1847), La Hermandad de la Doctrina Cristiana (1849), La Academia de San Miguel (1856) y las Bibliotecas Populares (1864). Junto a estas cuatro instituciones, Claret impulsó decididamente la Archicofradía del Corazón de María, asociación de origen francés que él propagó en suelo español.

Con la muerte de Claret desaparecieron casi todos los grupos de seglares que él había puesto en marcha. En aquella primera hora la Congregación Claretiana, perseguida como el Fundador, vivió preocupada ante todo por su propia supervivencia y se olvidó de continuar la obra de Claret con los seglares. Durante los 68 años que siguieron a la muerte de Claret (1870-1938), la Archicofradía y más tarde las Juventudes Cordimarianas fueron prácticamente las únicas asociaciones en las que pervivieron de manera visible algunos rasgos del carisma seglar claretiano.

Los Misioneros tomaron la Archicofradía como suya en virtud del rescripto pontificio del 19 de octubre de 1860 - viviendo todavía el Fundador - que facultaba a la Congregación para establecerla en todas partes. En efecto, allí donde iban creaban y daban un gran impulso a laArchicofradía del Corazón de María. A partir del Vaticano II, la Archicofradía, convertida en asociación piadosa, comenzó un rápido declive, que no ha logrado remontar.
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2 En VIÑAS y BERMEJO, El Apóstol Claretiano Seglar, p.160.

Claret no vinculó a la Congregación de Misioneros ninguna de las obras de apostolado laical que puso en funcionamiento, salvo la archicofradía del Corazón de María, como acabamos de decir. Las demás no dependían de la Congregación.

El empeño en multiplicar los evangelizadores seglares es un rasgo muy sobresaliente en el perfil misionero de Claret. Sin embargo, sus Misioneros perdimos la onda y, por ello, ni sostuvimos las instituciones laicales del Fundador, ni creamos, siguiendo su ejemplo, otras nuevas destinadas a la promoción y acompañamiento de los evangelizadores seglares.
Concluyendo este punto, es evidente que San Antonio María Claret no fundó el Movimiento de Seglares Claretianos; él creo diversos grupos y asociaciones para fomentar la vida cristiana y la participación de los seglares en el apostolado, pero no el Movimiento. Salvadas con grandísimo respeto todas las distancias, así como decimos que Cristo no fundó la Iglesia, sino que la Iglesia se fundamenta en Cristo, así también podemos decir que Claret no fundó el Movimiento de Seglares Claretianos, pero que éste se fundamenta en él, en su persona, en su talante misionero, en su afán por incorporar a los seglares la obra de la evangelización y en los diversos grupos de seglares que organizó o promovió.


2. Segunda etapa: los Colaboradores Claretianos (1938-1973)

2. 1. Creación de la asociación de Colaboradores

La Congregación de Misioneros, como institución claretiana más consolidada, comenzó a darse cuenta de que había perdido un elemento muy importante de la herencia de Claret: su sensibilidad por los seglares y su afán por impulsarlos al compromiso cristiano y a la evangelización.

El primer paso para reorganizar el laicado claretiano se produjo en 1938 por obra del gobierno general de la Congregación de Misioneros, presidido entonces por el P. Nicolás García. En una circular del 16 de julio de 1938 sobre el apostolado de la propaganda3, volviendo la mirada a Claret y a los muchos seglares que él movilizó para este apostolado, el P. Nicolás hablaba de la necesidad de crear una asociación de seglares que colaboraran con los Misioneros en el apostolado de la propaganda. Para entonces la idea estaba ya muy madura, pues dos meses antes el Gobierno General de la Congregación había elaborado y aprobado el reglamento provisional de los "Colaboradores Claretianos", nombre de dicha asociación, que en parte también la definía como vinculada y dependiente de la Congregación.

Esta obra llevaba el sello del momento eclesial en que nació y reflejaba la visión que entonces tenía la Iglesia de los seglares. Se advierte claramente en ella una imitación de los Cooperadores Salesianos fundados por D. Bosco para ayudar a la Congregación Salesiana y enteramente dependientes de ella. Cuando, a finales de 1979, empecé a investigar en el archivo general de la Congregación los antecedentes de los Seglares Claretianos, encontré en la carpeta de los Colaboradores un ejemplar de los estatutos de los Cooperadores Salesianos, que, sin duda, sirvió de falsilla para redactar los Estatutos de los Colaboradores Claretianos.
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3 Annales (1938) p. 400-402.


Los promotores de la asociación no cayeron en la cuenta de que el pensamiento de Claret sobre los seglares no coincidía con el de D. Bosco. Él nunca pensó que fueran una organización para apoyara los Misioneros en dependencia de la Congregación y de los respectivos superiores. Hay quereconocer que los Colaboradores Claretianos nacieron con características más salesianas queclaretianas, pero nacieron. Por otro lado, el modelo de Iglesia vigente y el lugar que tenían losseglares dentro de ese modelo no ofrecía más posibilidades que la dependencia.

En este primer momento, la Congregación concibe a los seglares únicamente como colaboradoressuyos y promueve la asociación, movida más por las necesidades propias que por la valoración dela vocación del seglar en sí misma. Por otro lado, la aportación de los Colaboradores a laCongregación se refería más a la ayuda material que a un verdadero compromiso de evangelización.En efecto, la finalidad de los Colaboradores era ayudar económicamente a la Congregación asostener los seminarios, las misiones y la construcción de un grandioso templo al Corazón de Maríaen Roma. Podemos decir que tenían más bien carácter de bienhechores.

Aunque la finalidad principal de la asociación era la ayuda económica, sin embargo, el P. Nicolás García alude a una posible acción apostólica de los colaboradores, pero no por vocación propia, sino como suplencia y prolongación de la acción pastoral de los religiosos: "Los misioneros por medio de los colaboradores podrán entrar en ambientes a veces vedados al sacerdote, y a allí harán una obra evangelizadora"4. Igualmente en su circular de 1945 dice que "son un instrumento de apostolado en manos de la Congregación"5.

2.2. Los Colaboradores como "obra propia" de la Congregación.

La asociación de Colaboradores fue aprobada como "obra propia" de la Congregación de
Misioneros el 16 de julio de 1943 por un organismo de la curia vaticana que entonces se
denominaba Sagrada Congregación de Religiosos. Es significativo que el decreto lleve fecha de 16 de julio, porque en ese día se celebra el aniversario de la fundación de la Congregación. Era como un regalo de cumpleaños para la Congregación. El decreto de la Congregación de Religiosos – no existía todavía - el Pontificio Consejo para los Laicos - consagraba y reforzaba la dependencia. Al declararla “obra propia”, la Congregación era prácticamente dueña de la asociación. El mismo P. Nicolás García escribió: "Estas obras son propias de la Congregación, van unidas a su ser, son como prolongaciones suyas. Sin formar estrictamente una cosa, ellas acompañan siempre a la Congregación... Son a manera de una tercera orden, con su vida propia, pero siempre estrecha e inseparablemente unidas a la Congregación. Estas obras son el instrumento de apostolado, las armas que nos da la Iglesia nuestra madre"6.

Los diversos estatutos o reglamentos de los Colaboradores Claretianos, elaborados siempre por la Congregación, aseguraban esta dependencia. Así el reglamento de 1945 decía que la asociación "es regida, por derecho propio, por el superior general y, en su nombre y delegación, por los superiores mayores de la Congregación"7.

También el reglamento de los Colaboradores de 1950 reafirmaba la dependencia: "Tendrá director general que será el superior general de la Congregación; directores provinciales y directores locales, todos delegados del superior general. Esto no obstante, cada sede y cada sección podrán tener su junta directiva, compuesta por Colaboradores designados por el superior local"8.

Se daba entonces una importancia excesiva y anuladora al director o asesor religioso. El P. Nicolás García escribió: "Todas las obras, grandes y pequeñas, dependen de sus directores y encargados. El director es el alma, es la vida, es el impulso, es el corazón, es la mente de las obras"9.

Eran otros tiempos, ciertamente no mejores para el rol del seglar en la Iglesia. Afortunadamente pasaron, aunque no del todo y no para todos.

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4 Annales (1938) p. 402.
5 Annales (1945, p. 64).
6 Annales (1945, p. 64.
7 Annales (1945) p. 85.

2.3. Orientaciones del Capítulo General de 1967 sobre los Colaboradores

Los capítulos generales de la Congregación, que se celebran cada seis años, son la instancia
suprema de reflexión, legislación y gobierno de la Congregación. Desde el capítulo de 1967, todos ellos han ofrecido algunas orientaciones sobre los seglares relacionados con la Congregación.

El Capítulo de 1967, tomando en cuenta la doctrina del Vaticano II, aunque impregnada todavía de criterios preconciliares, dio un paso adelante en la visión de los seglares al acentuar ente todo su condición de evangelizadores. En cambio se quedó rezagado manteniendo sin titubeos la dependencia de los Colaboradores con respecto a la Congregación. Veamos en detalle ambos puntos.

a)      El Capítulo acentuó su condición de evangelizadores

Algunos miembros del capítulo general de 1967 veían a los seglares únicamente como objeto de la acción pastoral de los religiosos. Sin embargo, la mayor parte los concebía como evangelizadores activos. Así en el documento sobre el apostolado se afirma: "La promoción del apostolado seglar por parte de nuestros misioneros ha de estar orientada a fomentar el desarrollo de la propia vocación eclesial de los seglares y a acrecentar la obra evangelizadora de la Iglesia"10.

Y poco más adelante en el mismo documento se dice: " Conscientes de la crisis general de las asociaciones piadosas, el Capítulo urge a los misioneros responsables de nuestras asociaciones que desarrollen el patrimonio espiritual de las mismas y que las enrolen en una verdadera actividad apostólica laical”11. Queda así superada la postura que veía a los Colaboradores Claretianos casi exclusivamente como bienhechores de la Congregación. Ahora se espera de ellos, ante todo, un serio compromiso de evangelización.

Se da también un importante cambio de actitud en cuanto a las motivaciones que llevan a la
Congregación a recurrir a los seglares. La Congregación ya no acude a ellos para cubrir sus
limitaciones, brindándoles trabajos complementarios o de suplencia. No le ofrece ya tareassustitutorias, sino cauces para que, con plena responsabilidad, puedan desarrollar su propia
vocación cristiana, seglar y claretiana.

8Annales (1950) p.459.
9Annales (1950) p. 117.
10 1AP,75.
111AP, 82.

b)     El Capítulo reforzó la dependencia de la Congregación.

El capítulo de 1967 concibe a los Colaboradores Claretianos como el ala seglar de la
Congregación, no de la familia claretiana de la que también forman parte otros institutos. “Nuestra Congregación, dice el Capítulo, no puede menos de aceptar con alegría y gratitud la ayuda de aquellos seglares – aislados o en grupos – que quieran voluntariamente servir a la Iglesia dentro de nuestro carisma, participando en las obras propias del Instituto”.12
El documento capitular sobre el apostolado de la Congregación dice: "El Capítulo afirma, en principio, la oportunidad de un ala claretiana seglar en la línea misionera de nuestro carisma, marcada con nuestra consagración cordimariana y abierta incluso a la configuración de un verdadero Instituto Secular"13.

Hoy nos resulta extraña esta afirmación, ya que ese fue el camino seguido por otro grupo de
seglares que nació en 1943 como "obra propia" de la Congregación, igual que los Colaboradores Claretianos y que, tomando como regla de vida el libro del P. Claret "Las Religiosas en sus casas", se convirtió posteriormente en un instituto secular. Es curioso que en esas mismas fechas el Capítulo General piense en la posibilidad de que también los Colaboradores Claretianos se conviertan en un instituto secular, habiendo ya otra institución dentro de la familia claretiana que estaba yendo por esos caminos.

Las Constituciones de los Misioneros Claretianos elaboradas según los acuerdos y las orientaciones del Capítulo de 1967 dicen: "Son miembros de nuestra Congregación aquellos que, consagrados plenamente a Dios para el ministerio de la palabra, se reúnen en comunidad; no obstante, también pueden asociarse a la Congregación para servicio de toda la Iglesia otros que, participando del mismo espíritu, pretenden tomar parte en su misión apostólica"14. Esto significaba que los seglares eran considerados como miembros asociados a la Congregación.

3. Tercera etapa: los Asociados Claretianos.

Entre 1971 y 1973 se producen tres hechos que afectan notablemente a las obras propias de la Congregación y, por lo mismo, a los Asociados Claretianos. Esos hechos son los siguientes:

3.1. Filiación Cordimariana se convierte en instituto secular.

En los comienzos mismos de la década de los años 70, después de un serio discernimiento, Filiación Cordimariana dejó de ser obra propia y se convirtió en un instituto secular independiente de la Congregación, pero hermanado con ella. En 1973 la III Asamblea General del Instituto elaboró unos Estatutos nuevos y solicitó a la Santa Sede su aprobación como Instituto de Derecho Pontificio y le fue concedido en ese mismo año.

Bastantes grupos y personas pertenecientes a Filiación Cordimariana no estaban de acuerdo con elproceso de autonomía seguido por Filiación Cordimariana y prefirieron desvincularse de ella e integrarse en los Colaboradores Claretianos para continuar de ese modo siendo obra propia de la Congregación.


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12 1AP, n.77
13 Documento sobre apostolado, Capítulo General de 1967 n.84.
14 Constituciones de 1971 n.163.


3.2. Reunión de CICLA en Belo Horizonte

Del 10 al 17 de enero de 1972 se celebró en Belo Horizonte (Brasil) una reunión de superioresmayores y representantes de organismos claretianos de América Latina en la que se trataó detenidamente el tema de los Colaboradores Claretianos. El encuentro estuvo presidido por el superior general, P. Antonio Leghisa.

La reunión ofreció una visión precisa y, a la vez, restringida de los Colaboradores Claretianos que, en su opinión, son “un Movimiento de laicos bautizados que participan de nuestro carisma misionero y se comprometen, en grados diversos, a trabajar con la Congregación de Misioneros en objetivos comunes, de un modo permanente”15. Por primera vez se aplica el concepto de movimiento a los Colaboradores. El elemento más restrictivo es la necesidad de trabajar con la Congregación de modo permanente para pertenecer al Movimiento.

Como elementos básicos del carisma de la Congregación que los Colaboradores han de vivir se mencionan: el espíritu apostólico, el seguimiento de Jesús al estilo de los Apóstoles, el servicio misionero de la Palabra y la consagración apostólica al Corazón de María. No se menciona ningún rasgo seglar en la vivencia de estos elementos16.

Se establecen grados de entrega con un criterio que hoy nos resulta extraño: la mayor o menor semejanza con la vida religiosa. Los tres grados de entrega, de menos a más, son: los casados, los solteros, los que hacen votos privados. Estos últimos depende más estrechamente de la Congregación que les da “en cada lugar las normas de vida convenientes, elaboradas en un diálogo oportuno”17 .

Sin embargo, más adelante dice: “ Hay que procurar que cualquier disciplina u organización que se dé a los grupos nazcan de ellos mismos, sin que haya imposición alguna de nuestra parte”18.

Finalmente, se pidió que cada organismo mayor designara un sacerdote para que se encargara de promover los Colaboradores Claretianos.

3.3. Capítulo General de 1973

En 1973 se celebró el XVIII Capítulo General de la Congregación de Misioneros. También este Capítulo dijo una palabra sobre los Asociados Claretianos, haciendo suya la aportación de los superiores provinciales de América Latina reunidos en Belo Horizonte en 1972. La reflexión del Capítulo quedó recogida en un documento titulado: "Los Asociados a la Congregación".

Este Capítulo General se refirió al tema de los Asociados no sólo en el citado documento capitular, sino también en la nueva redacción de las Constituciones - estatuto fundamental de la Congregación - y en el Directorio, documento de inferior categoría que contiene ampliaciones de las Constituciones y normas más detalladas. A continuación resumimos la doctrina de este Capítulosobre los Colaboradores o Asociados Claretianos.

15 BERMEJO Y VIÑAS, El Apóstol Claretiano Seglar p.214.
16 BERMEJO Y VIÑAS, oc. p. 115
17 BERMEJO Y VIÑAS, oc. p. 117
18 BERMEJO Y VIÑAS oc. p. 218

a)      Los Asociados son evangelizadores

Como indicamos anteriormente, el capítulo general de 1967 consideró a los Colaboradores como evangelizadores. Esta visión del laicado claretiano se continuó en el capítulo general de 1973, que, teniendo esto en cuenta y siguiendo tendencias de las bases, cambió la palabra "Colaboradores" por la de "Asociados", pensando que esta palabra reflejaba mejor su visión del laico claretiano como apóstol seglar. Ciertamente la palabra “asociados” denota mayor igualdad y menos dependencia que la palabra colaboradores, pero precisamente el matiz de igualdad es que menos tuvo en cuenta el Capítulo.

En 1973 estamos ya a 8 años de la conclusión del concilio Vaticano II que afirmó que los seglares tienen misión propia (LG 31,33), pero la Congregación todavía no se la reconoce del todo a sus Asociados y afirma que participan de la misión congregacional. Así las Constituciones de 1973, hablando de los Asociados dicen: "Hay otros que se incorporan también a la Congregación para un mayor servicio a toda la Iglesia, compartiendo el mismo espíritu y participando de la misma misión apostólica" (n.164).

Por su parte, el Directorio de la Congregación de esa época dice que los asociados "se
comprometen en grados diversos y de modo permanente a vivirlo (el carisma claretiano) en
comunión con la Congregación y a trabajar en objetivos comunes"19.

b) Dependen de la Congregación.

El Capítulo insistió más en la vinculación de los Asociados a la Congregación que en su vivencia del carisma y la misión claretiana como seglares. El documento capitular sobre los Asociados, siguiendo las reflexiones de Belo Horizonte, dice: "Se consideran Asociados Claretianos clérigos y laicos que participan del carisma claretiano y se comprometen, en grados diversos y de un modo permanente, a vivirlo en comunión con la Congregación de Misioneros"(nº 4,1).

Como ya dijimos, en este momento de su evolución, el laicado claretiano se considera como el ala seglar, no de la familia claretiana, sino de la Congregación y por eso tiene que depender de ella. Las Constituciones elaboradas en ese año incluyeron un capítulo dedicado a los Asociados a la Congregación para indicar que, de algún modo, formaban parte de ella. Tanto los seglares como los religiosos consideraron este hecho como un logro. Hoy, en cambio, nos parece más bien un pequeño atentado contra la identidad del seglar. Ese texto constitucional decía: "Hay otros que se incorporan también a la Congregación para un mayor servicio a toda la Iglesia, compartiendo el mismo espíritu y participando de la misma misión apostólica"20.

Este modo de entender la misión compartida refleja una concepción pobre y paternalista de los seglares y viene a decir que, no teniendo ellos vocación y misión propias, necesitan incorporarse a la Congregación para recibirlas.

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19 Directorio de 1973, nº 250.
20 Constituciones de 1973, n. 164.

Más fuerte aún es lo que dice el Directorio de la Congregación: "Se reconoce su vinculación, aún jurídica, a la Congregación, a través de los superiores mayores de la misma" 21. A pesar de ello, en la práctica, se afloja la dependencia jurídica de la Congregación.

El documento capitular sobre los Asociados Claretianos, siguiendo una vez más lo dicho en la reunión de Belo Horizonte, tiene aires de mayor apertura que el Directorio. En dicho documento leemos: "Los grupos de Asociados disfrutarán de total autonomía. La Congregación no debe dirigirles, sino ayudarles "a fin de que lleguen a su madurez" (5,1). "La organización necesaria a estos grupos nacerá de los mismos, sin ninguna imposición de la Congregación (5,2).

En cambio el Directorio que tiene un carácter jurídico y las mismas constituciones de la
Congregación elaborados según las orientaciones del Capítulo General de 1973, insisten en que deben regirse por los estatutos de nuestras obras propias aprobados por la Sede Apostólica en 1943; lo que significa una total dependencia de la Congregación (cf. CC. 168; Dir 253).

Evidentemente los redactores de las Constituciones y del Directorio tenían una mentalidad más tradicional que los capitulares con respecto a los seglares.

c) Diversas categorías de Asociados

Siguiendo de nuevo literalmente el documento de la reunión de CICLA en Belo Horizonte, el Capítulo General de 1973 habla de diversas categorías de Asociados, tomando como criterio los diferentes grados de entrega, de menor a mayor: los casados, los solteros sin votos ni vínculos y los "evangélicamente comprometidos, incluso con votos privados, reconocidos por la Congregación y dependientes, en su emisión y dispensa, del superior correspondiente de la misma”22.

Como ya dijimos, éste es un mal criterio porque el seglar, para vivir según el evangelio, no tiene por qué imitar al religioso. La expresión "evangélicamente comprometidos" aplicada a una sola de las tres categorías, no es una frase feliz, porque da a entender que sólo ellos son los evangélicamente comprometidos. También los casados y los solteros sin votos pueden estar evangélicamente comprometidos y con la misma radicalidad.

Hasta el Directorio de la Congregación recoge estas preferencias cuando dice: "Especial atención se dará a los grupos de Asociados que viven en el mundo y desde el mundo la dimensión evangélica que el Santo Fundador había pensado" 23.

El avance más importante que se produce en esta etapa de Asociados con respecto a la anterior de Colaboradores es la acentuación del compromiso apostólico o misionero del seglar. En cuanto a la mayoría de edad y a la autonomía de vida y misión del seglar no se produce ningún avance. Los seglares claretianos siguen siendo los hijos menores de la Congregación. Tampoco se advierte ningún avance en cuanto a la acentuación del carácter secular de la vida y misión del seglar claretiano.


3. 4. Los Estatutos de los Asociados

En 1976 el Gobierno General aprobó los "Estatutos Generales Fundamentales de los Asociados Claretianos". Estos estatutos son un marco dentro del cual cada grupo de Asociados debe hacer sus propios estatutos, "que deben ser aprobados por el Superior General" (art. 19,c). Más adelantedichos estatutos generales dicen: " Por pertenecer estos Asociados Claretianos a la Obra Propia de la Congregación de Misioneros Claretianos, según las normas de la misma Santa Sede, dependerán, en última instancia, salva la autonomía que les es propia, del superior general y de sus delegados como símbolo y lazo de unión y como principio de apostolado”24.
________________
21 Directorio n. 253
22 XVIII Capítulo General, Los Asociados, nº 7
23 Directorio 254.
                         
De ese modo, se sigue afirmando la dependencia carismática y jurídica como un rasgo esencial de la identidad del asociado claretiano. Igualmente, la misión la recibe también de ella, que es su “principio de apostolado”.

No sólo los documentos del capítulo de 1973 y el Directorio, sino también los Estatutos Generales de los Asociados publicados en 1976 muestran una clara preferencia por los Asociados "evangélicamente comprometidos", como si ellos fueran el ideal de seglar claretiano.
24 Annales (1976) p. 304





II - PRIMER ENCUENTRO INTERNACIONAL

DE ASOCIADOS CLARETIANOS

El primer Encuentro Internacional de Asociados Claretianos, celebrado en Río de Janeiro del 17 al21 de abril de 1979, es un acontecimiento de gran importancia para el laicado claretiano y tienemucho que ver con el nacimiento del Movimiento de Seglares Claretianos. Fue convocado ypreparado conjuntamente por las Prefecturas de Vida Religiosa y de Apostolado de laCongregación, presididas entonces respectivamente por los Padres José Mª Viñas y Román ÁngelMoreno.Con vistas al encuentro, los PP. Jesús Bermejo y José María Viñas publicaron el libro “El ApóstolClaretiano Seglar”, que contiene estudios y documentos importantes sobre el laicado claretiano.

Vamos a fijarnos en tres puntos importantes del “Primer Encuentro de Asociados Claretianos”, quefue también el último: los participantes y sus representados, los temas de reflexión y las conclusionesde cara al futuro.

1. Los participantes.

1.1. ¿A quiénes representaban?
En el Encuentro participaron unas 80 personas; dos tercios eran seglares y un tercio MisionerosClaretianos. Ellos representaban a los 560 asociados que entonces existían en seis provinciasclaretianas de Europa y nueve de América.
a)      De Europa
En Europa había entonces 93 Asociados Claretianos distribuidos así: 22 en Austria, casi todos elloscon votos privados y aglutinados en torno a la obra de Cursillos de Cristiandad, dirigida por losMisioneros Claretianos; en España eran 11 los Asociados, todos ellos voluntarios para las misiones:8 fueron preparados por la provincia de Aragón para ir al Mato Grosso; las circunstancias políticasse lo impidieron y varios de ellos fueron enviados al Chocó (Colombia). Por su parte, la provinciade León preparó y envió 3 voluntarios a la misión de Juanjuy (Perú).En Inglaterra había 7 asociados que colaboraban con los Misioneros Claretianos en tareas yservicios de evangelización. Las asociadas de Italia eran 41 (32 con votos privados y 9 en procesode formación). Casi todas habían pertenecido a Filiación Cordimariana. Se separaron de ellacuando se convirtió en Instituto Secular y dejó de ser obra propia de la Congregación. Trabajabanen diversas actividades de evangelización en 6 ciudades de Italia. También el grupo de Portugal,integrado por 12 personas (10 de ellas con votos y 2 en proceso de formación) había formadoparte de Filiación Cordimariana.
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a)      De América
En Argentina había entonces 93 Asociados integrados en diversos grupos de las parroquiasclaretianas. Generalmente eran grupos de jóvenes que colaboraban en actividades misioneras.

Las asociadas de Brasil eran 26 (17 con votos y 9 en discernimiento), comprometidas en diversostrabajos pastorales en 10 ciudades diferentes. La mayor parte habían pertenecido a FiliaciónCordimariana.
En esas fechas en Chile había un solo grupo de Asociados y estaba integrado pro 13 ex-misionerosclaretianos.

Colombia contaba con el mayor número de asociados. En Bogotá estaba el grupo CLAS integradopor 150 personas. La mayoría de ellas eran ex-misioneros claretianos. Tenían estatutos propios ytrabajaban predominantemente en promoción social. En Medellín había varios grupos: uno formado15 ex-misioneros claretianos, otro de 35 asociados, todos ellos catequistas. En el barrio deMiramar de la misma ciudad había un grupo de 10 jóvenes. En Granada, cerca de Medellín, habíaun grupo que se inició como Filiación Cordimariana y luego se separó de ella. Tenía un marcadocarácter de grupo de oración. En la Misión del Chocó había dos grupos: uno estaba integrado por25 mujeres (17 con votos) casi todas nativas de la zona, y el otro integrado por 10 varones, unossolteros y otros casados. En el informe preparado para el Congreso de Río se hablaba de dosgrupos más en Colombia, uno con 8 y otro con 7 personas, sin indicar dónde estaban.

En México el grupo denominado "Misioneras Claretianas Seglares", integrado por 49 personas (16con votos, 12 en formación y 11 colaboradoras), había pertenecido también a FiliaciónCordimariana. Estaban distribuidas en ocho comunidades en el país.

En Venezuela existía solamente un grupo, en Maracaibo, comprometido en varias actividades depastoral y promoción.

En Estados Unidos existía un pequeño grupo de 5 personas que trabajaban con los MisionerosClaretianos de USA Oeste.

1.2. Carácter de los diversos grupos de Asociados.
Como se advierte fácilmente por la descripción que acabamos de hacer, gran parte de los
asociados claretianos (el 30%) habían formado parte de Filiación Cordimariana y por su vinculacióncon algún misionero claretiano o por su deseo de seguir siendo obra propia de la Congregación, sesepararon de Filiación cuando ésta se transformó en Instituto Secular.Otros asociados (el 31%) estaban integrados por personas que tenían como característica común elhaber sido religiosos claretianos, que abandonaron la Congregación, generalmente durante lasetapas de formación.Otro 31 % de asociados eran colaboradores de los Misioneros Claretianos en catequesis, pastoraljuvenil y otras actividades.Finalmente un 8% de los asociados eran seglares comprometidos como voluntarios en zonas demisión confiadas a la Congregación.
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Como veremos más adelante, los dos últimos tipos de asociados tuvieron menos dificultades que losotros para integrarse en el Movimiento de Seglares Claretianos. La mayor parte de los otros nocompartieron las orientaciones ni los caminos emprendidos por el Movimiento de SeglaresClaretianos y no se integraron en él.

2. Temas del encuentro
En el mensaje que enviaron a la Congregación los participantes en el Encuentro se ofrece unasíntesis de los objetivos propuestos y de los temas de reflexión desarrollados: "Como objetivogeneral nos hemos propuesto estudiar y discernir el Ser del Claretiano Laico desde el don recibidopara la misión común claretiana en el contexto de la eclesiología actual, así como su vinculación conla Congregación Claretiana. Algunos de los temas que hemos compartido y clarificado han sido: laaceptación mutua, la comunión, la participación, la corresponsabilidad, la comunicación, un mínimode estructura, programas de formación, compromiso apostólico, asesores, vinculación, formas ymétodos de comunicación"25.

El Superior General, P. Antonio Leghisa, en su larga conferencia introductoria sintetizó las ideas yposturas fundamentales que compartían en ese momento los religiosos y los asociados claretianos.Esas ideas se consideraban entonces válidas, aunque no se ajustaban del todo a las enseñanzas delVaticano II sobre la vocación y misión del laico. Posteriormente quedaron superadas, gracias a laprogresiva valoración de la vocación y misión del seglar. Las tres siguientes son las ideas claves dela conferencia del P. Leghisa y del Congreso:
1.      Los Asociados son necesarios a la Congregación por dos razones: para prolongar su acciónmisionera ya que los Misioneros Claretianos son pocos y además hay ciertos ámbitos a losque llegan mejor los seglares. Le son necesarios también a la Congregación para completarel desarrollo del carisma de la Congregación. "Una gran parte de la Congregación estáconvencida de que esta obra es necesaria para potenciar nuestro apostolado, para vivir máscompletamente nuestro carisma y para hacer más eficaz la misión claretiana"26. "LaCongregación necesita de ustedes. La Congregación no puede realizar su misiónevangelizadora sin la colaboración de ustedes"27.

2.      Los asociados son parte de la Congregación porque nacen de ella y participan de sucarisma; por eso son hijos de la Congregación. Y poco más adelante añade: "El Asociadodebe encontrar su razón de ser y definirse desde el carisma y desde la misión para no ser unsimple agregado, sino un hijo" (de la Congregación). Dice también que el asociado"participa del carisma y de la misión de la Congregación, realizada desde su vocación seglary aceptada por la misma Congregación". "Desean estar no "al lado" de la Congregación,sino "en" la Congregación, en una perfecta integración"28.

3.      En consecuencia los asociados deben estar integrados en la Congregación, participar en suscursos de formación y en la planificación a nivel local, provincial y general y no sólo paradar su opinión. "Queremos saber cómo entendemos nuestra vocación, apostólica yclaretiana; cómo entendemos nuestra integración en la Congregación"29.

25 Mensaje a la Congregación del primer encuentro internacional de Asociados Claretianos. Annales (1979) p.
133.
26 Annales (1979) p. 39
27 Annales (1979) p. 41-42
28 Annales (1979) p. 45-47
29 Annales (1979) p. 43
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En ese momento se dice que el Asociado claretiano es "el hombre o la mujer escogidas porel Espíritu Santo para mejor cumplir la misión de Claret encomendada a la Congregación"30.Estas mismas ideas habían expresado algunos encuentros zonales de asociados previos al encuentrode Río. Por ejemplo de los encuentros tenidos en los primeros meses de 1978 en Córdoba(Argentina) y Cali (Colombia) llegaron a formular peticiones como estas: "Que los promotoresvocacionales tengan en su trabajo muy presentes todas las formas y campos de desarrollar lavocación dentro de la Congregación"(también la de Asociados). "Que los asociados participenactivamente en la programación anual de la comunidad".

Antes de seguir adelante conviene hacer algunas observaciones a estos planteamientos:
1.      Llama la atención el centralismo que asume la Congregación. Tiene que haber seglarescomprometidos porque la Congregación los necesita, no porque ellos tengan una vocación ymisión propias que desarrollar para el bien de la Iglesia. Incluso en lo más característico dela vocación seglar, los "frentes de trabajo que son inaccesibles a los sacerdotes y a loshermanos coadjutores"31 se comprometen, no por vocación propia, sino por delegación dela Congregación.
2.      El P. Leghisa en su discurso identifica el carisma claretiano con el carisma de laCongregación. Habría sido más correcto pensar que el "carisma claretiano" desborda a laCongregación, porque hay otras instituciones que también son claretianas.
3.      Se asegura que los asociados son parte de la Congregación y nacen de ella. Más bien hayque asegurar que nacen del Espíritu y en relación carismática con la Congregación deMisioneros. Nacen del carisma claretiano, igual que la Congregación de Misioneros y, portanto, son hermanos, y no hijos.

3. Conclusiones del encuentro.
El Encuentro formuló una larga serie de conclusiones distribuidas en 50 puntos. La idea fuerza, queestá en la base de todas ellas y coincide en gran parte con lo expuesto por el P. Leghisa, es esta:
Los Religiosos y los seglares claretianos tienen un mismo carisma y una misma misión que cumplir enla Iglesia y, en consecuencia, la Congregación tiene que integrarlos en su seno para constituir lafamilia claretiana y vivir corresponsablemente la comunión y la misión.Citemos algunas frases significativas de las conclusiones agrupándolas en tres grandes temas:
a) Comunión y participación
·         "Establecer un proceso de maduración espiritual en el carisma y de compromiso apostólico,ya desde la época de formación, en el que se vayan integrando corresponsable eigualitariamente los asociados y la Congregación" (1.2).
·         "Que se propicie una formación permanente conjunta entre claretianos y asociados"(3.2).
·         "Que se busquen creativamente... mecanismos y oportunidades de encuentro ycomunicación entre los asociados y la congregación"(2.1)
·         "Que las fiestas clásicas claretianas se celebren en común(2.4).

30 Annales (1979) p. 45
31        Conferencia del P. Leghisa en el Encuentro de Río. Annales (1979) p. 42.
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·         "Que se comunique a los asociados las fechas de las visitas provinciales y generalicias conla debida antelación y que se aprovechen estas ocasiones para el encuentro entre losasociados y la Congregación"(2.6).
·          "Que los asociados puedan estar representados en los capítulos de la Congregación dealgún modo. Se sugiere que los organismos competentes de la Congregación estudien loscauces que posibiliten esta participación en los futuros capítulos con voz y voto en losasuntos que atañen a los asociados"(5.2).
·         "Que se haga una planificación pastoral de conjunto"(4.2)
·         Se pide "estudiar la posibilidad de participación de bienes entre los asociados y laCongregación"(9.1) y "que cada provincia oriente una parte de su presupuesto a lapromoción vocacional y formación de los claretianos seglares"(9.5).

b) Integración y dependencia de la Congregación y asesoramiento.
·         "Para garantizar la unidad los Seglares Claretianos dependerán en última instancia delSuperior General, como símbolo de unidad en el carisma y la misión"(6.7).
·         Que se cree en la Congregación "un secretariado para coordinar todo lo referente a losseglares claretianos" (5.3).
·         Se pide "la creación de una prefectura o un secretariado para coordinar todo lo relativo alos asociados"(5.3).
·         "Que el coordinador de la Congregación para los Asociados preste un servicio de asesoríay comunión"(4.4).

c) Relación de los Asociados entre sí.
·         Otro objetivo importante del Encuentro fue el mejorar las relaciones de los grupos de AsociadosClaretianos entre sí, ya que hasta entonces estaban viviendo como pequeñas islas, incomunicados ysin una organización que los articulara.
·         Los grupos de Asociados generalmente estaban mucho más vinculados a una persona, a unacomunidad u obra claretiana que entre sí.
·         En el informe de los asociados de América Latina enviadoal Encuentro de Río se pedía: "Que exista una coordinación de los laicos a nivel provincial y degobierno general con un representante coordinador para promover el conocimiento mutuo eintercambios".
·         En las conclusiones del Encuentro de Río se dice:"Que respetando la autonomía de los grupos de Asociados, se mantenga algún tipo derelación y comunión internacional"(2.7).
·         "Que se propicien encuentros de asociados para su formación"(3.3).
·         Para relacionar a los asociados entre sí se propone la creación de una organización mínima,que les una y fomente la creación de cauces de encuentro y comunicación, ya que "lasrealidades carismáticas necesitan, a pesar de todo, una estructuración, aunque sea mínima"(5.1).
·         "Ha de haber una estructura y unos vínculos mínimos que nos identifiquen a todos losgrupos. Sobre esta estructura mínima se añadirán las peculiaridades de cada grupo"(6.2)
·         Se sigue hablando de dos clases o categorías de Asociados: los que tienen votos y los queno los tienen. A los primeros se les denomina "evangélicamente comprometidos", a los otrosno. Se trata de una distinción hecha en la reunión de CICLA tenida en Belo Horizonte en1972, recogida después en el documento sobre el apostolado del Capítulo general de 1973y más tarde en los Estatutos para los Asociados redactados por la Congregación en1976.32. Así se dice en las conclusiones: "Que se promuevan los grupos evangélicamentecomprometidos" (6.4).
·         "Los grupos evangélicamente comprometidos tienen su normativa. Los demás gruposbusquen y decidan la suya en comunión con la Congregación"(6.5).Esta exaltación de los seglares con votos es peligrosa porque alienta el mimetismo de los seglarescon respecto a los religiosos, como si estos tuvieran una vocación de superior categoría.

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4. La cuestión del nombre
Se discutió mucho la denominación que debería darse a los asociados. Entre varias posibilidades, elencuentro adoptó la denominación de "Claretianos Seglares". Sin embargo en las conclusiones seautodesignan con frecuencia "Seglares Claretianos". Y se dice que "claretiano seglar es aquel queestá viviendo el carisma (está en la obra claretiana) en grupo o solo" (7.1).

Para algunos grupos de asociados estas dos expresiones "claretiano seglar" y "seglar claretiano" noeran sinónimas. Y, en realidad, no lo son, porque en el primer caso lo más importante era el habersido misionero claretiano y en el segundo el ser seglar. Los grupos constituidos por personas cuyaprincipal característica común era el haber pertenecido a la Congregación claretiana, lo sustantivoera lo que tenían de claretianos por haber sido Misioneros Claretianos, y lo adjetivo era lacondición seglar a la que habían llegado al dejar de ser misioneros claretianos. Para los otros losustantivo era la condición seglar vivida en la dinámica del carisma claretiano.

En el nacimiento del MSC se prefirió la denominación de “Seglares Claretianos”, paralela a la deMisioneros Claretianos, que utiliza la Congregación.

5. El mensaje del Congreso a la Congregación
Dentro de su brevedad, presenta sugerencias con más futuro para el laicado claretiano que las queencontramos en las conclusiones del Encuentro. Estas sugerencias están más acordes con ladoctrina del Vaticano II sobre los seglares. Algunas de ellas van a influir mucho en el nacimiento y laorientación que tomará el MSC. En concreto, presenta un planteamiento más fraterno y menospaternalista de las relaciones de los Asociados con la Congregación y hace una descripción mejorde la identidad del Asociado.

En las conclusiones se decía sobre la identidad: "Los rasgos apostólicos que creemos caracterizan aun asociado claretiano son, entre otros: visión de la realidad de la que parte; es creativo y crítico;vive su compromiso político; hace suya la opción por los pobres hecha por Cristo"(4.7). Se trata derasgos parciales y que son comunes a todos los cristianos, no específicos de los seglaresclaretianos. El mensaje, en cambio, se expresa así: "Un claretiano seglar es un bautizado a quien elEspíritu le va explicitando e intensificando el ser profético recibido en el bautismo en comunión delcarisma con San Antonio María Claret... Busca como ingerirse con sus dones en la MisiónClaretiana dentro de la Iglesia en corresponsabilidad con la Congregación".El Mensaje plantea mejor que las conclusiones la relación de los Asociados con la Congregación;cambia el enfoque paternalista por el fraterno. "Hermanos de la Congregación Claretiana, hemosexperimentado que, en nuestra condición de seglares, somos también claretianos, queremoscompartir con vosotros nuestro don"."Quisiéramos que nos considerarais, no sólo como meros colaboradores, sino corresponsables en lamisma acción misionera y también hermanos en el mismo Padre Claret y en María la Madre de losdiscípulos-evangelizadores".32 - 33Annales (1976) pp. 300-309.
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6. Aportación del Encuentro al nacimiento del Movimiento de Seglares Claretianos
Hay hechos, ideas, posturas y aspiraciones del Encuentro de Río de Janeiro que contribuyeronnotablemente al nacimiento del Movimiento de Seglares Claretianos, sobre todo los siguientes:
a)      El hecho de reunirse por vez primera los grupos de Asociados de todo el mundo.
b)      El clima de comunión y de fraternidad que se creó entre los Asociados, y también entreellos y los misioneros claretianos, que participaron en el congreso.
c)      El deseo y las propuestas hechas para mejorar la organización y la comunicación entre losgrupos de Asociados, que hasta entonces vivían muy aislados entre sí.
d)     Los esfuerzos y los pasos dados para descubrir la identidad del seglar claretiano.
e)      La propuesta de crear a nivel del Gobierno General de la Congregación un secretariadopara impulsar a los Asociados.

Mensaje a la Congregación. Annales (1979) p. 133-134).
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III -UN CAPÍTULO QUE MARCA LA DIFERENCIA
La Congregación de Misioneros, fiel a su papel de impulsora del laicado claretiano, cooperó demanera determinante al nacimiento y organización de los Movimiento de Seglares Claretianos, sobretodo a partir del Capítulo General de 1979. En este capítulo participamos 80 claretianos de lasdistintas partes del mundo y cuatro asociados claretianos como invitados.

1. Representación de los Asociados Claretianos en el XIX Capítulo General.
El tema de los Asociados se puso de actualidad desde elprimer momento por el hecho de que el Gobierno General seadelantó a invitar a cuatro de ellos al Capítulo, dejando ladecisión última de admitirlos o no a los capitulares, unavez abierto el Capítulo. Para algunos el hecho de que yaestuvieran en viaje hacia Roma coaccionaba la libre decisiónde los capitulares. Otros, en cambio, veían en este gestodel Gobierno General una buena respuesta a las aspiracionesexpresadas por los Asociados en el Congreso de Río deJaneiro celebrado sólo 6 meses antes.

Los invitados al Capítulo eran cuatro: el Matrimonio María del Carmen y Alberto Bellingeri, deChacomús (Argentina), La Srta. Justa Victoria Sánchez de Chocó (Colombia) y la SrtaEncarnación García del grupo de Zaragoza (España). Esta última estaba trabajando comomisionera seglar con la provincia de Aragón en Yhu (Paraguay).
En opinión de algunos capitulares no había motivo para quese diera a los asociados ese trato de privilegio. Lo justohubiera sido invitarles únicamente el día de la FamiliaClaretiana y en las mismas condiciones que a las demásinstituciones que tienen a Claret como padre.

A través de este contraste de pareceres respiraban dos concepciones muy distintas de lo quedeberían ser los asociados claretianos y de su relación con la Congregación. Algunos capitulares losconsideraban parte de la Congregación y, por lo mismo, debían participar en el Capítulo, inclusocon voz y voto; otros, en cambio, los veían como una institución más dentro de la Familia Claretianay, por lo mismo, no tenía sentido su participación. Este trasfondo quedó recogido así en el actacapitular:
“Un capitular recuerda que el espíritu claretiano es multiforme y se encuentra en los MisionerosClaretianos, Filiación, Asociados Claretianos Seglares, Misioneras Claretianas. Si se quiere tener unenfoque o diálogo común, lo propio es convocar una asamblea de todos los que llevan el espírituclaretiano. Pero nosotros estamos aquí solamente como Misioneros Claretianos, y no parece propioque otros grupos intervengan. Otros capitulares respondieron que, si bien otros grupos claretianostienen una entidad independiente bien definida, los Asociados Claretianos Seglares están, por unlado, vinculados de manera especial, sin autonomía propia, y, por otro lado, se hallan mencionadosen las Constituciones”34.
34 Actas del IX Capítulo General, p. 30.

Este diálogo terminó restringiendo bastante la participaciónde los Asociados. Se admitió que estuvieran presentes enalguna sesión del Capítulo, pero sólo para informar sobrelos grupos cuya representación traían y para presentar alCapítulo las conclusiones del Congreso de Río. Se acordótambién que participaran en “la discusión de aquellosaspectos de nuestra Misión Claretiana, que a ellosdirectamente les afectasen, pero no podrían asistir a ladecisión sobre dichos temas”35.La presentación de las conclusiones del Congreso de Río porparte de los Asociados fue recibida con una clara divisiónde opiniones. Nadie quedó indiferente ante el tema. Paraalgunos las conclusiones estaban totalmente desenfocadas,por partir del supuesto de que los seglares forman parte dela Congregación36. Otros, en cambio, las considerabanacertadas y propugnaban una respuesta capitular a las mismasen sentido afirmativo.La discusión en la sala capitular resultó bastantecontrovertida, como quedó reflejado en las actas delCapítulo. En principio se pensó en discutir el texto íntegrodel Encuentro de Río para dar una respuesta comorepresentantes de la Congregación a sus propuestas. Despuésalguien propuso no entrar a discutir el texto de Río, sinoenviar un breve mensaje a los Claretianos Seglares, para loque habría que nombrar una pequeña comisión que lo redactaray lo presentara a la aprobación del Capítulo. Alguienadvirtió que un simple mensaje de afecto “podría llevarconsigo el peligro de que los Claretianos Seglares lotomasen como una aprobación implícita a todas suspropuestas”37. No obstante esta advertencia, se formó lacomisión redactora del mensaje.La primera redacción del mensaje se presentó en la sesiónvespertina del 2 de octubre de 1979. Se dice en el actacorrespondiente a esta sesión:

“El P. Gonzalo de la Torresube a la presidencia para hacer de relator sobre el temadel mensaje del Capítulo a los Claretianos Seglares. Sinembargo, ya antes de hacer la presentación del mismo, surgela discusión. Se cuestiona si se deberá escribir el mensajea los Claretianos Seglares o más bien a la FamiliaClaretiana, con alguna mención especial del grupo de losClaretianos Seglares. Se quiere ver alguna intención ocultaen algunas de las intervenciones. El Moderador corta demomento la discusión para sugerir que se presente primero elmensaje y depuse se podrá discutir lo que conviene hacer conél”38.

Con las sugerencias y propuestas hechas por los capitulares,la comisión revisó el texto del mensaje y lo volvió apresentar en la sesión de la mañana del día 6 de octubre,35 Actas del XIX Capítulo General, p. 31. 36 Tengo que confesar que yo estaba alineado en esta corriente. 37 Actas del XIX Capítulo General, p. 103 38 Actas del XIX Capítulo General, p. 121-122siendo muy pocas las enmiendas que se le hicieron.

Puesto avotación, obtuvo 63 votos a favor, 8 en contra y 4abstenciones. Se discutió el nombre que se debería da a este Movimiento,pensando que no se trataba sólo de nombres, sino decontenidos y de orientaciones importantes. Unos semanifestaron partidarios de abandonar las anterioresdenominaciones de Colaboradores o Asociados y llamarlos enadelante únicamente “Claretianos Seglares”. Otros preferíancontinuar con la denominación de Asociados Claretianos. Enla votación para dirimir la cuestión se registraron 39 votosa favor de “Claretianos Seglares” y 27 a favor de “AsociadosClaretianos”39. A pesar de ello, todavía en el mensaje algunavez se les llama Asociados. Aunque en el Capítulo se utilizópredominantemente la expresión “Claretianos Seglares”,posteriormente se optó por denominarlos “SeglaresClaretianos”.Las actas del Capítulo siguen diciendo:
“Un capitular queha preferido esperar a que el Mensaje fuera aprobado,expresa sus opinión de que no están muy claros el ser de losClaretianos Seglares y su relación con la Congregación. Pideal Superior General que vea de proporcionar a laCongregación un documento en que se clarifique el ser y,sobre todo, la vinculación de los Claretianos Seglares conla Congregación”40.
Algunos vieron en esta discusión cierto rechazo de losAsociados y de los acuerdos tomados en Río. Pienso que noexistía ningún tipo de rechazo, sino un sincero deseo declarificar la naturaleza de los Asociados y el tipo devinculación que deberían tener con la Congregación.El pensamiento del XIX Capítulo General sobre los Asociadosquedó muy bien expresado en un documento breve y densotitulado: “Mensaje Capitular a los Claretianos Seglares detodo el mundo”. También las Constituciones de la Congregaciónque dicho capítulo elaboró y el documento capitulartitulado: “La Misión del Claretiano Hoy” (MCH) dijeron supalabra sobre los Asociados.

2. Mensaje del XIX Capítulo a los Claretianos Seglaresde todo el mundo.
Vamos a resaltar algunos puntos de este importante mensaje,que tan decisivamente ha influido en el nacimiento y en latrayectoria posterior de los Seglares Claretianos.

2.1. Los Seglares tienen una manera diferente de serclaretianos
“Algo fundamental nos une, dice el mensaje. La misma personaque está al origen de nuestra vocación, lo está al origen de39 Actas del XIX Capítulo General, p. 124 40 Actas p. 144la vuestra y configura a ambas. Tenemos diferente forma deser claretianos. Y hay una fuerza que nos hace converger,con nuestros propios dones, en la edificación de la Iglesia,como Claret quiso que fuera realizada por los Misioneros ypor los Seglares, con servicios diferenciados al Evangelio.De la convergencia de dones diferentes resulta una verdaderacomunión claretiana” (n 3).Este párrafo del mensaje significa un cambio notable de visión y de postura frene a los seglaresclaretianos. Ya no se habla de que Misioneros y Seglares tenemos un mismo carisma, un mismodon, sino que tenemos dones y vocaciones diferentes. Se les reconoce que tienen su propiocarisma y misión, que las demás ramas de la familia claretiana tenemos que valorar y respetar:“ Aellos y a nosotros nos tocará respetar siempre vuestra peculiaridad, vuestro carisma singular, vuestramisión propia de seglares en todo el rigor de vuestra secularidad” (n. 7).Hay que anotar que en este párrafo del mensaje aparece porvez primera en un documento sobre los seglares claretianosuna valoración de la secularidad como elemento fundamentalde su identidad carismática y vocacional.Ya no se piensa como antes del Capítulo General que los Seglares Claretianos son obra propia dela Congregación, nacida de ella y dirigida por ella. Ahora se dice:

“Nos alegramos de que seáis una reahondad en el mundo. Esta alegría la extendemos hasta elreconocimiento de una existencia que no nace de nuestra forma particular de ser claretianos, pero sínace de Claret evangelizador, que os quiso servidores del Evangelio desde el mundo con su espírituapostólico, su entrega al anuncio de la palabra y su amor a María”(n.4)Es cierto que todavía en un párrafo del mensaje aparece laexpresión “Obras Propias” (n. 5), pero es una mera etiquetapara facilitar los trámites de creación de grupos deSeglares Claretianos. Quedó claro en las actas del Capítulo:“Se trata solamente de una expresión oficial para efectosjurídicos oficiales”41 .

2.2. Valoración de la vocación y misión del SeglarClaretiano.
La Congregación promovió los Colaboradores y los Asociadospara suplir la escasez de religiosos más que por haberdescubierto su específica vocación claretiana seglar. En elmensaje aparece un criterio de valoración de los SeglaresClaretianos bien distinto:
“Nuestra Congregación os valora por vuestra vocación considerada en sí misma... Por eso la razóndel respaldo que, como Congregación, ofrecemos a la vocación del Claretiano Seglar no podrá sernunca ni nuestra limitación numérica, ni la necesidad de colaboradores en nuestras obras. Más alláde estos condicionamientos está vuestro ser. El no pertenece a las angustias de nuestraslimitaciones. Trasciende todos estos momentos, como el carisma de Claret” (n.10).

2.3. Relación de los Seglares Claretianos con laCongregación de Misioneros
41 Actas del XIX Capítulo General p. 122.
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El mensaje presenta un importante cambio de enfoque. Ya noaparecen los Seglares Claretianos en relación de dependenciacon respecto a la Congregación. Las relaciones con ella,según el mensaje, han de ser:

a)      De fraternidad, sin ningún género de paternalismo,porque los Seglares no son hijos de la Congregación,sino de Claret. En él se inspira y se fundamenta elMovimiento de Seglares Claretianos.

b)      De colaboración en la evangelización desde la riqueza ycomplementariedad de los respectivos dones. “Osqueremos ver a nuestro lado en todos los frentesevangelizadores en que, por misión de la Iglesia,estamos empeñados... Y, asociados a nuestro trabajoapostólico, éste se verá complementado y potenciado”(n. 12).

c)      De ayuda. La Congregación se compromete a ayudar a losSeglares Claretianos, no porque sean parte oprolongación de ella, sino porque son el brote másreciente y el menos consolidado de la FamiliaClaretiana. Lo leemos en las actas del Capítulogeneral: “La razón de prestar más interés a este grupoes porque está naciendo y necesita más cuidado”42. Elmensaje, por su parte, dice: Nuestra Congregación hacreído que, por la fidelidad a su Fundador y en elmarco de su misión en la Iglesia, no podía menos defavorecer el surgir de vuestros grupos(n.5). Y másadelante añade: “queremos que nuestra voz tenga eco entodos y cada uno de los claretianos del mundo, en cadainstancia de gobierno, para que allí – como comunidadgeneral, provincial y local – demos respuesta a lasurgentes necesidades que vuestra iniciación, formacióny desarrollo están exigiendo” (n. 13).

2.4. Relación de los Seglares con la FamiliaClaretiana
El mensaje da a entender que los Seglares Claretianos noentran a formar parte de la Familia Claretiana de la mano dela Congregación de Misioneros, como apéndice seglar de lamisma, sino que entran por derecho propio, por ser unainstitución que reconoce a Claret como inspirador. Por eso les exhorta a “caminar frente a la historia con fuerza propia, al lado de esos otros grupos claretianos que ya lamisma historia ha purificado, fortalecido y, en ciertaforma, consagrado”( n.6).El carisma del Espíritu que hizo a Claret misionero
apostólico y servidor infatigable de la Palabra estápresente en cada una de las instituciones que hoy forman laFamilia Claretiana. Cada una de ellas “exagera” o vive conmayor plenitud determinados aspectos de ese carisma:“Vuestroser peculiar plenificará el ser total de Claret, fuente einspiración de todos” (n.12).42 Actas del XIX Capítulo General, p. 122
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2.5 Una recomendación: no atarse a personasconcretas.
Finalmente, el mensaje aconseja a las personas y grupos deSeglares Claretianos que no se aten a un solo o a variosmiembros de la Congregación, por los evidentes peligros deaislamiento que ello encierra: “No os aferréis, ni pongáisvuestras esperanzas sólo en el valor de un individuo o de ungrupo que necesariamente están sometidos a la limitación deltiempo y del espacio... Abríos siempre a la amplitud delplan de Dios en Claret, que se plenifica en launiversalidad” (n. 14).La historia posterior del Movimiento demostrará qué acertadaera esta recomendación para la vida de los grupos deSeglares Claretianos. Tampoco aquí tiene sentido decir: yosoy de Pablo o yo soy de Apolo (cf. 1Cor 3,4)

3. Los Seglares Claretianos en las Constituciones de laCongregación
La mayor novedad que ofrecen las Constituciones aprobadaspor el Capítulo General de 1979 con respecto a los SeglaresClaretianos es que no los mencionan. Al redactarlas se quitóel capítulo titulado “Los Asociados a la Congregación”, quese introdujo a raíz del Capítulo General de 1967. Esto no sepuede tomar como un dato negativo, sino como una positivavaloración de la vocación seglar y un reconocimiento de suautonomíaEn las Constituciones de 1979 hay dos referencias genéricasaplicables, no sólo a los Seglares Claretianos, sino tambiéna las demás instituciones que forman la Familia Claretiana.Con ello no se resta importancia a los Seglares; alcontrario, se les equipara a las instituciones claretianasya consolidadas por la historia. Tampoco se pretendeestablecer distancias o alejarlos de la Congregación, sinoque se desea mantener con ellos unas relaciones nadapaternalistas y sí muy fraternas.Los Seglares Claretianos estarían incluidos junto con otrasinstituciones claretianas en esta frase de lasConstituciones: “El mismo espíritu apostólico recibierontambién otros que de modos diversos viven de alguna maneraen comunión con nuestra congregación” (CC n. 7)

4. Los Seglares Claretianos en “La Misión del ClaretianoHoy”.El Capítulo General de 1979 tenía dos objetivos principales:redactar las nuevas Constituciones y repensar la misión delclaretiano en la actualidad. Esta última reflexión estárecogida en el documento “La Misión del Claretiano Hoy”. Setrata de un documento de avanzada que removió un poco lasaguas tranquilas en que nadaban muchos misionerosclaretianos. En este documento hay algunas referencias a losSeglares Claretianos.
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En primer lugar reconoce el pecado de omisión que cometió laCongregación por no haber continuado la obra de Claret conlos Seglares y promete la enmienda: “La Congregación sesiente responsable de actualizar y de promover lasiniciativas misioneras que él (Claret) personalmente no pudorealizar” (MCH 70). En esta misma línea se compromete aprestar su ayuda para “Organizar, fomentar y apoyar elMovimiento de Asociados Claretianos” (MCH 234). Este númerode la MCH sigue utilizando todavía la nomenclatura antigua.Recuerda que todos tenemos que comprometernos en poner enpie de evangelización aquel gran ejército que soñó Claret,integrado por seglares y religiosos. “Creemos que el momentopresente de la Iglesia ofrece condiciones óptimas paraplasmar el proyecto de una amplia “Familia Claretiana”.Habría de ser la realización del proyecto de Claret, pensadocomo un gran movimiento para la evangelización de nuestrotiempo” (MCH 179).

5. Una toma de postura con grandes consecuencias.
El XIX Capítulo General se vio urgido a tomar postura conrespecto a la relación de los Seglares Claretianos con laCongregación. Era un asunto de gran importancia porqueafectaba a la identidad misma del seglar claretiano.Por un lado estaban los acuerdos y peticiones del recienteEncuentro de Río, casi todos ellos en la línea de unaprogresiva integración de los Seglares en la Congregación deMisioneros y, lógicamente, de una dependencia filial de lamisma. Así es como estaban y siguen estando organizadosmuchos movimientos y asociaciones pertenecientes a otrascongregaciones religiosas.

El otro camino, más coherente con la teología del laicadodel concilio Vaticano II, era el reconocimiento de lamayoría de edad de los seglares, el respeto y la promociónde su autonomía; el considerarlos no hijos de laCongregación, sino hermanos de los Misioneros Claretianos yde las demás ramas de la Familia Claretiana. Este enfoque noes contrario a la comunión, sino que la plantea, no desde lafiliación, sino desde la fraternidad.El Capítulo optó por el segundo camino. ¿Qué hubieraocurrido si hubiera aceptado las propuestas del Encuentro deRío y hubiera impulsado a los Asociados por el camino de laintegración y de la dependencia de la Congregación?. Quizás,como ocurre con otros movimientos similares, hoy losSeglares Claretianos serían muchos más en número, porque los Misioneros tomarían con mayor interés una asociación decolaboradores que fuera realmente “suya”. Serían mucho másparecidos a los misioneros claretianos y quizás tambiénmenos parecidos a lo que tiene que ser un seglar en laIglesia y en la sociedad.

EL SECRETARIADO PARA LOS SEGLARES CLARETIANOS

1.         Constitución del Secretariado.
Era evidente que los dispersos grupos de SeglaresClaretianos necesitaban una ayuda, no sólo ocasional, sinopermanente y organizada, al menos hasta que el Movimiento,fiel a su nombre, pudiera caminar por sí solo.Reiteradamente se había pedido esta ayuda, tanto en el
Encuentro de Río como en el XIX Capítulo General. El nuevo gobierno general de la Congregación, presidido por el P.Gustavo Alonso, en una de sus primeras reuniones creó elSecretariado para los Seglares Claretianos y me pidió que mehiciera cargo de él. El hecho de formar parte del Gobierno General me daba más facilidades, quizás también másautoridad, para prestar este servicio al nacienteMovimiento.

En la carta que el 12 de noviembre de 1979 escribí a losgrupos de Seglares Claretianos para comunicarles elnombramiento les decía: “He aceptado esta encomienda conmucho gusto y tengo la ilusión de poder colaborar,juntamente con ustedes y con los Misioneros Claretianos queles animan, al desarrollo de este movimiento apostólico quepuso en marcha San Antonio María Claret. El secretariado queahora se crea está llamado a impulsar la formación yconsolidación de los grupos ya existentes y la creación deotros nuevos, a potenciar la unión y la colaboración entrela Congregación de Misioneros y los Claretianos Seglares y aestrechar la comunión entre todos los grupos, respetandosiempre ese pluralismo que mutuamente los enriquece”.4343 Annales (1979) p. 339 En dicha carta les manifestaba mi interés por conocer personalmente la realidad de los grupos existentes aprovechando los viajes que de inmediato iba a hacer por. España y América Latina realizar tareas que me habían encomendado como consultor general de la Congregación.

Así, en los primeros meses de 1980, en un recorrido bastante apresurado, me reuní con los grupos siguientes: San Juan (Puerto Rico, en formación), Maracaibo (en formación), SâoPaulo, Yhú (Paraguay), Chascomús e Iruya (Argentina), Buenos Aires, Santiago de Chile, Bogotá, Bosa, Medellín y Quibdó (Colombia), México, León (México) y Madrid.

Después de este recorrido, expresé mis primeras impresiones en una crónica publicada en Annales, en la que decía, entre otras cosas: “He visto un gran entusiasmo por lo claretiano y una gran admiración por la figura de San Antonio María Claret. Junto a este entusiasmo, hay que dejar constancia de un cierto desencanto porque son pocos los religiosos claretianos que les ayudan a conocer a Claret y su carisma y por la prevención de algunos de ellos con respecto al Movimiento. Algunos grupos no tienen las ideas muy claras sobre lo que es el seglar claretiano y sobre sus relaciones con la Congregación”44. En la citada crónica resumía así la situación del losSeglares Claretianos en ese momento:

“Si por seglar claretiano entendemos aquel que ha recibido de Dios la vocación de evangelizador para vivirla laicalmente según el carisma misionero de Claret, tendríamos que decir que no sabemos cuántos seglares claretianos hay. Efectivamente, algunos de los que pertenecen a un grupo de seglares claretianos, realmente no lo son, por carecer de elementos tan esenciales como vocación para la evangelización, espíritu y compromiso misioneros. En cambio, hay muchos otros animados por el espíritu misionero de Claret que, indudablemente, son seglares claretianos, aunque nadie los haya reconocido como tales. En definitiva, también aquí “ni son todos los que están, ni están todos los que son”.
“Ateniéndonos a los que oficialmente se consideran seglares claretianos, podemos decir que hay dos grandes categorías: los que están estructurados a modo de instituto secular y los simplemente seglares. Los primeros son actualmente unos.Los que he llamado “simplemente seglares” son gruposformados por matrimonios y personas solteras. Tienen escasa organización y carecen de estatutos. Generalmente están organizados al servicio de una obra de la Congregación. Actualmente son unos 600”.45En la mencionada crónica hablaba también de algunas proyecciones de futuro. Decía que era necesario “despertar en todas las provincias de la Congregación un mayor interés 44 Annales (1980), p. 481 45 Annales (1880) p.482.por conocer a los seglares claretianos y por suscitar y formar evangelizadores seglares, sin afán triunfalista de aumentar rápidamente el número de seglares claretianos. Sería un error declarar de la noche a la mañana seglares claretianos a muchas personas que nos aprecian o que colaboran con alguna de nuestras comunidades”.
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“Creo que en este momento no hay que poner el acento en crear grupos de seglares claretianos, sino en algo que es previo y que es, a la vez, el marco en que deben surgir los seglares claretianos: el empeño en multiplicar los agentes de evangelización sin más calificativos, comprometiéndolos y dándoles responsabilidades en nuestras obras de evangelización. Algunos de estos seglares, al contacto con nosotros y con los documentos claretianos, que se les deben facilitar, pueden sentirse identificados con el carisma claretiano y atraídos por la figura y el espíritu de Claret. Es entonces cuando debemos ayudarles a descubrir si realmente Dios les ha dado una vocación misionera laical claretiana. Después tiene que seguir un período de formación cristiana, laical, misionera y claretiana, en el que nuestra ayuda les es imprescindible”46

Para que el secretariado fuera una red impulsora del Movimiento en todas partes, pedí en 1980 a todas las provincias que designaran un delegado provincial del secretariado. Al año siguiente había ya 14 organismos mayores de la Congregación que contaban con este promotor: José Mª Vigil por Aragón, Andrés Berasain por Argentina, Carlos Díaz Muñiz por Bética, FalieroBonci por Brasil Central, Yves Gauthier por Canadá, Asterio Niño y Jaime Simón por Castilla, José M. Buenaventura por Caraluña, José Sentre por Centroamérica, Agustín Cabré por Chile, José A. Martínez por Euskalerría, Michael Mahon por Inglaterra, FancescoFoci por Italia, Eloy Valbuena por León y José M. Carrión por Venezuela.

En los meses siguientes nombraron su delegado algunos organismos más. Del 20 al 22 de agosto de 1981 me reuní con los prefectos provinciales de apostolado de las provincias de España y con algunos asesores para reflexionar sobre la colaboración que podíamos ofrecer al desarrollo del Movimiento. A este encuentro asistieron Jacinto Simón, Vicente Domingo, Alfredo Pérez, Javier Vidaurreta y José Mª Vigil por Aragón; Juventino Rodríguez, Carlos Díaz Muñiz, Juan Pedro Sáenz Almeida y Antonio San Juan por Bética; Asterio Niño, Jaime Aceña, Marciano Fernández y Lucinio Fernández por Castilla; José Luis Ortiz de Guinea de Euskalerría; José M. Buenaventura de Cataluña; José Blanco, Eloy Valbuena y Alfredo García de León. Compartimos lo que ya estaban haciendo la provincias en la promoción de los seglares claretianos destacando estas cuatro experiencias: 32
-          El CES (Centro de Evangelizadores Seglares) de46 Annales (1980) p. 483Zaragoza, dirigido por José Mª Vigil centrado enla formación de agentes de pastoral de lasparroquias.
-          La formación de misioneros seglares impulsadatambién por José María Vigil con el objetivo de ircomo voluntarios a zonas de misión.
-          Las asociaciones de antiguos alumnos de loscolegios claretianos de Madrid y Sevilla, que seproponían la profundización en la fe y en elcompromiso cristiano.
-          Los misioneros seglares claretianos comprometidosya en zonas de misión, que en ese momento eran 6en Humahuaca (Bética), 2 en Juanjuy (León) y 5Chocó enviados por la provincia de Aragón.

En esta reunión se tomaron varios acuerdos para impulsar el compromiso de las respectivas provincias en la formación de evangelizadores seglares y también de los Seglares Claretianos47.

En otros países se tomaron diversas iniciativas en orden a la promoción de los Seglares Claretianos. Así, por ejemplo, en Venezuela se celebró en 1981 el primer congreso nacional de Seglares Claretianos en el que participaron personas relacionadas con las actividades pastorales de la provincia. Al año siguiente, en enero de 1982, celebraron el segundo congreso nacional.

Igualmente, la provincia de Colombia Oriental y Ecuador organizó un encuentro de grupos de seglares claretianos al que asistieron 22 personas y formaron una junta coordinadora.

Para facilitar la comunicación y la unión entre los grupos de seglares claretianos, el secretariado inició la publicación de la revista “Seglares Claretianos”, cuyo primer número se publicó en mayo de 1981. A partir del nº 10 se hizo cargo de la revista el primer consejo general del Movimiento, elegido en la Asamblea de Villa de Leyva.

3.      Primer encuentro de asesores religiosos

Consciente del importante rol de animación que en este período constituyente del Movimiento tenían los asesores religiosos convoqué una reunión de asesores y posibles asesores de las 6 provincias claretianas de España. Esta reunión se celebró en Madrid en noviembre de 1980. Uno de los participantes, el P. Asterio Niño, escribió un largo informe para Annales48. De él copio los puntos siguientes:

·         En el encuentro se analizó en primer lugar la realidadde los seglares claretianos de España. Después hablamosde su promoción, formación, intercomunicación yorganización.47 Seglares Claretianos nº 1 p. 1-3 48 Annales (1980) p. 607
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·         “Parece claro que la Congregación tiene unaresponsabilidad singular en la promoción del laicado,pero quizá para ello sea necesario una mentalización delos CMF sobre el papel de los seglares en la Iglesia ysobre el movimiento laical claretiano”
·         “Se resalta en primer lugar la falta de medios para laformación de los Seglares Claretianos. Sobre laelaboración de un Ideario o Estatuto del SeglarClaretiano pareció bien que se haga un primer borrador.Se cree que el más indicado para realizarlo sería elpropio P. Vidales.”
·         “Los diversos grupos de Seglares Claretianos estánincomunicados entre sí. Se estima que la creación deuna revista podría ser un buen órgano de comunicación”.
·         El Secretariado para los Seglares Claretianos debe seruna organización de los Misioneros Claretianos paraayudar a los Seglares Claretianos, quienes, a su vez,tendrán una organización autónoma, distinta de estesecretariado”. En cada organismo mayor habrá undelegado del Secretariado para los SeglaresClaretianos.

En el librito “Los Seglares Claretianos y la Congregación deMisioneros”, escrito en este mismo año de 1980, describía elsentido que debería tener nuestra cooperación al desarrollodel Movimiento. “El compromiso de “organizar, fomentar yapoyar” (MCH 234) el Movimiento de Seglares Claretianos laCongregación lo debe llevar a cabo desde una clara
perspectiva de autonomía para el futuro. Pero no hay que ser utópicos; los Seglares Claretianos necesitan en este momento depender de la Congregación, porque aún no tienen clarificadas las ideas sobre su carisma y misión y sobre el lugar que les corresponde dentro de la Familia Claretiana y porque, como movimiento, adolece de madurez y de organización.

Esta dependencia ha de tener un sentido pedagógico, ya que su objetivo es conducir el Movimiento a su mayoría de edad y desaparecer. En los próximos años los Seglares Claretianos tendrán que apoyarse todavía en la estructura de la Congregación. Pero se trata de una etapa a superar y no de una meta a alcanzar. Las relaciones de dependencia tienen que disolverse poco a poco hasta quedar sólo las relaciones de fraternidad”49.

4.      Aspectos en que el Movimiento necesita más ayuda.

En el opúsculo “Los Seglares Claretianos y la Congregación de Misioneros” dije cuáles eran en mi opinión los puntos en los que debería centrarse la ayuda de los Misioneros Claretianos al desarrollo y consolidación del Movimiento: 49 Los Seglares Claretianos y la Congregación... p 51 - 34
“La Congregación puede ayudar a los Seglares Claretianosespecialmente:
- a clarificar su carisma y misión en la Iglesia,
- a suscitar nuevas vocaciones,
- a la formación primera y permanente y
- a la organización del Movimiento.50

a) Clarificar ideas.

Allí mismo afirmaba que “los Seglares Claretianos no tienen aún muy clarificados puntos de tanta importancia como su propio carisma y misión dentro de la Iglesia. Exponía también los proyectos que estaba comenzando a poner en marcha, como el estudio por parte de especialistas del carisma y misión del Seglar Claretiano, la organización de jornadas de reflexión por zonas geográficas en las que participaran seglares y religiosos claretianos y“laelaboración, con la participación de todos los grupos, de undocumento en el que se definiera el ser y la misión de los Seglares Claretianos. Este documento vendría a ser el ideario básico común a todos los grupos”51. Más adelante describiré cómo fue elaborado el Ideario del Seglar Claretiano.

b) La promoción vocacional

En el escrito anteriormente citado ponía en guardia ante el peligro, que ya estábamos corriendo, de tomar a la ligera la creación de nuevos grupos de seglares claretianos. Efectivamente, en algunos lugares a ciertos grupos y asociaciones que ya estaban funcionando con otros objetivos, se les puso la etiqueta de seglares claretianos, sin seguir un proceso de discernimiento y de formación. “Nuestro objetivo inmediato no es aumentar el número de Seglares Claretianos enrolando “buenas personas”, ni detectar por la vía rápida líderes seglares para ponerles la etiqueta de claretianos. Un precipitado incremento de los Seglares Claretianos sin las necesarias exigencias en cuanto a formación y calidad de vida cristiana y compromiso apostólico produciría una funesta devaluación del Movimiento y un progresivo deterioro que lo llevaría a la muerte”52.

Ponía también en guardia sobre el riesgo de suplantar a los propios seglares. “El entusiasmo de algunos Misioneros por crear y animar grupos de Seglares Claretianos puede llevarles a mantener un excesivo liderazgo sobre ellos, que, a la larga, resulta muy perjudicial. El formar una especie de clan en torno a una o varias personas, aunque hayan dado vida al grupo, resulta perjudicial para el desarrollo y la maduración del grupo mismo, para su inserción en el Movimiento y en la Familia Claretiana.53. 50 Los Seglares Claretianos y la Congregación de Misioneros, p. 54 51 oc. p. 55 52 oc. p. 55 53 oc p. 57 - 35

c) La formación.

La mejor ayuda formativa es el acompañamiento personal. Pero también se necesitaban materiales escritos de estudio, reflexión e iluminación. Teníamos “El Apóstol Claretiano Seglar” de los PP. Bermejo y Viñas y poco más. Ni siquiera existía una vida de Claret asequible a los seglares, si exceptuamos “El Apóstol de dos mundos” escrito por el P. Agustín Cabré.

Para subsanar esta carencia, el secretariado proyectó la publicación de una colección de escritos breves que llevaría el nombre de “subsidios”, palabra que significa ayudas. En esos primeros momentos se publicaron: El seglar en la historia (A. Vidales), Claret, vida y misión (E. Vicente Mateu), La Misión de San Antonio María Claret(José Mª Viñas), Claret, Misionero Apostólico(P. Jesús Bermejo), Los Seglares Claretianos y la Congregación de Misioneros (A. Vidales), Cómo suscitar y formar un grupo de seglares claretianos ( José Mª. Vigil), El Ideario del seglar claretiano (A. Vidales). La colección fue completada en los años siguientes hasta un total 18 títulos.

d) Organización.
En este momento no había coordinación, ni siquiera comunicación entre los grupos de Seglares Claretianos existentes ya en 12 países. Por eso el secretariado se propuso varias acciones con este objetivo. En primer lugar, la publicación de una pequeña revista titulada“Seglares Claretianos”, que dirigí en sus primeros 9números, hasta que se constituyó el primer consejo general del Movimiento y él se hizo cargo de la publicación de la revista.

Otro objetivo, el más importante en esta área, fue el dotar al Movimiento de un Ideario y de una organización. En el capítulo siguiente vamos a describir detalladamente el proceso de organización del Movimiento que tuvo como momento constituyente la Primera Asamblea General celebrada en Villa de Leyva (Colombia) en 1983.
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V. CONSTITUCION DEL MOVIMIENTO DE SEGLARES CLARETIANOS

El Movimiento de Seglares Claretianos quedó oficialmente constituido en la I Asamblea General del mismo celebrada en Villa de Leyva (Colombia) del 3 al 10 de julio de 1983. Esta asamblea tuvo un período de preparación cuyas actividades estuvieron unidas por un hilo conductor: la elaboración del Ideario del Seglar Claretiano. A continuación vamos a describir los pasos seguidos en la elaboración de este Ideario.

1. El borrador del Ideario
1.1. El encargo
La reunión de asesores celebrada en Madrid el 18 de noviembre de 1980 con respecto al Ideario dijo: “Sobre la elaboración del Ideario o Estatuto del Seglar Claretiano pareció bien que se haga un primer borrador. Se cree que el más indicado para realizarlo sería el propio P. Vidales. Este trabajo se enviaría a cada uno de los grupos existentes y a los asesores en cada provincia. Las aportaciones de los grupos y de los asesores serían llevadas a una asamblea conjunta que aprobaría definitivamente el Estatuto”54.

Como veremos más adelante, el itinerario del trabajo se amplió y en la asamblea conjunta votaron sólo los seglares claretianos, porque sólo a ellos les correspondía aprobar su propio Estatuto.

En el año 1980, durante los breves períodos de tregua que me dejaba el trabajo como miembro del gobierno general, redacté el primer borrador del Ideario del Seglar Claretiano y de laorganización del Movimiento. De ese modo trataba de dar respuesta a una necesidad muy sentida por los grupos de seglares claretianos. Ya en el encuentro de Río (abril de 1979) se dijo: “Las realidades carismáticas necesitan, a pesar de todo, una estructuración, aunque sea mínima, para evitar interpretaciones subjetivas del carisma y dispersión de fuerzas”.

Antes de que otros se adelantaran a preguntármelo, me pregunté a mi mismo:¿quién era yo para redactar un documento sobre la identidad del seglar claretiano, siendo religioso y no seglar. La pregunta no me inquietó demasiado, porque los seglares y los religiosos tenemos en común lo más esencial: el ser fieles cristianos. Igualmente existe una gran sintonía y coincidencia en lo que tenemos de claretianos los seglares y los religiosos. Por otro lado, al no contar todavía el Movimiento con personas capacitadas para realizar este tipo de trabajos, se imponía una 54 Annales (1980) p. 608 suplencia transitoria y sólo para poner en marcha el proceso de elaboración del Ideario.
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Al iniciar el trabajo, como primer paso del mismo, hice a los seglares claretianos la pregunta: ¿qué dices de ti mismo como seglar claretiano?.Esta pregunta la planteé en los encuentros que tuve con diferentes grupos de seglares claretianos y también por escrito. En efecto, envié una carta a los grupos pidiendo que cada uno de sus miembros me dijera qué era para él el ser seglar claretiano. Recibí sólo 65 respuestas, pero a través de ellas pude oír la opinión tan valiosa de los que estaban viviendo eso que yo quería sistematizar y describir; ellos lo vivían antes de que estuviera expresado y apresado en las líneas de un Estatuto o Ideario.

1.2. Las fuentes.

Además de esas 65 cartas y de las opiniones recogidas personalmente de los grupos, consulté numerosas fuentes eclesiales y claretianas que se citaban en las primeras páginas del borrador que redacté.

Indudablemente, la fuente principal fue el Concilio Vaticano II. Después que el grupo de Italia leyó el borrador del Ideario, su directora me dijo: “nos hemos preguntado qué hubiera hecho usted sin no hubiera habido un concilio Vaticano II”. Seguramente hubiera hecho una cosa muy diferente, en la línea de la eclesiología jerarcológica en la que el seglar no tenía más obligación que obedecer a sus pastores y mostrarles respeto, como habían afirmado León XIII y Pío X. Pero afortunadamente hubo un Vaticano II que cambió radicalmente la postura de la Iglesia con respecto a los seglares, al menos a nivel de declaraciones y documentos.

En concreto, me fijé especialmente en lo que el concilio Vaticano dice en LG 14 y 30-42; AA entero; AG 15,17.21 y 41. Consulté también EN 8, 35, 70,73, Medellín 123-130 y Puebla 777-846. Estudié también los Estatutos que ya tenían 6 grupos de asociados claretianos.

Con todo ello a la vista, tracé la hipótesis de un Ideario dividido en tres partes: Vocación, Formación y Organización. A su vez, la primera parte se dividiría en tres: vocación, misión y espiritualidad del seglar claretiano. Desarrollé ese esquema en 60 números. En una nota inicial indicaba lo siguiente: este “Ideario se refiere fundamentalmente a los Seglares Claretianos que forman parte de un grupo, aunque es claro que, para ser seglar claretiano, no es indispensable pertenecer a un grupo”55.

1.3.  La participación de las bases

El borrador se envió a todos los grupos para que lo estudiaran y pudieran hacer sus aportaciones. Junto con él se enviaron las sugerencias para realizar el trabajo. En ellas se aclaraba el objetivo y las etapas del mismo.
55 Ideario del Seglar Claretiano. Proyecto de elaboración. Roma 1982 p. 12
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En cuanto al objetivo se decía: “El objetivo principal es elaborar el Ideario o Estatuto en el que se describa el ser, la misión y la espiritualidad del Seglar Claretiano. Este estatuto debe ser un marco amplio y abierto en el que tengancabida las múltiples formas que pueden adoptar los Seglares Claretianos.”

Junto a este objetivo se señalaban otros de gran importancia como:

·         hacer del proceso de elaboración del Ideario un momentofuerte de formación cristiana, laical y claretiana paralos seglares claretianos;
·         interesar a más personas en este movimiento y
·         detectar líderes para que lo organicen y dirijan 56.

En cuanto a los períodos de trabajo se proponía una etapa a nivel grupal o local y otra zonal antes de llegar a la asamblea general. La etapa local se realizaría durante el año 1982. En ella cada grupo estudiaría el borrador del Ideario y haría sus observaciones y aportaciones. Después se llevarían a cabo las reuniones zonales en las que se estudiarían las aportaciones de todos los grupos de la zona y se haría una propuesta única para llevarla a la asamblea general.

En una información publicada en el nº 9 del boletín “Seglares Claretianos” se dice. “Durante el año 1982 todos los grupos de Seglares Claretianos, tomando como hilo conductor el “Ideario del Seglar Claretiano” han estudiado la vocación y la misión del Seglar Claretiano en la Iglesia de nuestro tiempo. Los grupos han llevado sus aportaciones a las tres reuniones zonales celebradas en Madrid (diciembre’82), Córdoba-Argentina (febrero ’83) y Mercedes- Colombia (febrero ’83). El balance de estas tres asambleas de zona ha sido muy positivo, especialmente en cuanto a clarificación de ideas sobre el ser y la misión del seglar claretiano, convivencia, conocimiento y estímulo mutuo entre los representantes de los diversos países”.57

La asamblea de la zona “A” (Europa) se celebró en el Colegio Mayor Jaime del Amo (Madrid) del 26 al 30 de diciembre de 1982. Participaron los grupos de Navarra, Ciudad Real, León, Asturias, Sevilla, Zaragoza y Madrid. A última hora no pudo participar ningún representante de Italia. Hubo tres ponencias preparadas por los grupos de seglares claretianos. Así el grupo de Sevilla presentó el tema “Identidad del grupo de seglares claretianos”. El de Madrid (Antiguos Alumnos) desarrolló el tema “Misión del grupo de seglares claretianos” y el de Zaragoza “El grupo de Seglares Claretianos”. Las ponencias ayudaron a preparar las aportaciones al Ideario del Seglar Claretiano58.

56 Ideario... p. 6. 57 Seglares Claretianos, mayo 1983, p. 1
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En esta reunión para crear la junta coordinadora nacional de España con la designación de un representante por cada uno de los grupos.
“La asamblea de la zona C se celebró en Villa Allende (Córdoba-Argentina) del 14 al 19 de febrero de 1983. A ella fueron convocados los representantes de los grupos de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Perú y Uruguay. Llevó muy eficazmente la preparación y coordinación de la asamblea el P. Andrés Berasain con la colaboración del P. José AgustínCabré”.

“Asistieron 38 delegados de grupo y 12 asesores religiosos: De Argentina 12 seglares y 5 asesores; de Chile 22 seglares y 3 asesores; de Brasil 2 seglares y 1 asesor; de Paraguay 1 seglar; de Uruguay 1 seglar y 2 asesores; de Roma el encargado del Secretariado para los Seglares Claretianos. “A lo largo del día 15 el P. Antonio presentó en tres charlas lo que es un ideario, cómo se redactó el “Ideario del Seglar Claretiano” y las bases doctrinales del mismo.Fue una exposición por demás provechosa, ya que se aclararon numerosas dudas. Se dedicó toda la mañana del 16 al estudio personal de las aportaciones al Ideario que previamente habían enviado los diversos grupos. Durante la tarde continuó el estudio por grupos. Los días 17 y 18 de se dedicaron a la elaboración de las propuestas al Ideario. Se terminó la asamblea con una excursión a la sierra de Córdoba en la mañana del día 19”59.

La Asamblea de la zona B se celebró del 20 al 27 de febrero de 1983 en la casa de retiro de Las Mercedes (Sasaima- Colombia). Participaron 22 seglares y 10 asesores, más el encargado del Secretariado General para los Seglares Claretianos. Los días 21 y 22 se dedicaron a estudiar la realidad del laicado en cada país y el día 22 la realidad de los seglares claretianos igualmente en cada país. A lo largo del día 23 el P. Antonio Vidales presentó las bases doctrinales del documento de trabajo “Ideario del Seglar Claretiano”. Habló también de la ubicación del Seglar Claretiano dentro de la Familia Claretiana. Los días 24 y 25 se dedicaron al estudio del Ideario y a la elaboración de aportaciones al mismo”60.

Con las aportaciones de las tres asambleas zonales a la vista, revisé el borrador del Ideario para distribuirlo de nuevo a los grupos en orden a que lo estudiaran y llevaran sus propuestas de cambios y modificaciones a la Asamblea General convocada para el mes de julio de 1983.

Como indiqué en el saludo de apertura de esta I Asamblea General, este proceso de elaboración del Ideario resultó “muy positivo para el movimiento laical claretiano en el 58 Seglares Claretianos, marzo 1983, p. 1-4 59 Seglares Claretianos, mayo 1983, p. 4. 60 Seglares Claretianos, mayo 1983 p. 3 – 40 mundo. Muchos seglares claretianos han profundizado en el conocimiento y en la vivencia de su vocación y se han sentido más estrechamente en comunión con Claret y con la Familia Claretiana. El proceso ha motivado la creación de nuevos grupos y ha llevado a otros grupos ya existentes a reconocerse como claretianos”61.

2. La Asamblea General constituyente.
2.1. Convocatoria

En el saludo de apertura justifiqué el hecho de que, siendo sacerdote y religioso, tuviera que convocar una asamblea de seglares: “Me corresponde daros la bienvenida a este II Congreso Mundial de Seglares Claretianos porque, aunque resulte extraño dada mi condición clerical, he tenido que convocarlo. Se trata de una acción de suplencia en un momento en que los Seglares Claretianos carecen aún de la mínima y necesaria organización a nivel mundial”62.

En la convocatoria se decía: “El objetivo principal de este congreso será la elaboración del Ideario del Movimiento laical claretiano y su organización a nivel mundial. A dicho congreso asistirá un representante por cada uno de los grupos locales de seglares claretianos y, al menos, un asesor religioso por cada una de las provincias de los Misioneros Claretianos”63.

La I Asamblea General del Movimiento de Seglares Claretianos se celebró en Villa de Leyva (Boyacá – Colombia) del 3 al 10 de julio de 1983. En su preparación y organización
colaboraron generosa y acertadamente los PP. Alberto Rodríguez, Leoncio Morales y Pedro D’Achiardi, de la provincia claretiana de Colombia Oriental y Ecuador.


2.2. Los participantes.

a) Seglares

Tomando en cuenta, aunque no con mucho rigor, los criterios antes indicados enviaron sus representantes a la Asamblea los siguientes grupos:

1.      La comunidad de Antiguos Alumnos del Colegio Claret deMadrid (España) envió a Fernando López Tapia y MiguelSanjurjo.
2.      Del grupo de Oviedo (España) acudieron María VictoriaFernández, Liluca González y Luisa María Álvarez.
3.      En representación de los seglares claretianos de lamisión de León en Juanjuy (Perú) participó AgustínVillamor.
4.      En representación del grupo de adultos de Sevilla fueLolita Paz Castellanos y por el de jóvenes fue Manuel Carballo.61 II Congreso Mundial de seglares claretianos. Roma 1983, p. 10. 62 II Congreso, p. 9 63 II Congreso, p. 1- 41
5. Del grupo de Zaragoza (España) participó Yolanda Ibáñez
6. El grupo de Phoenix (Estados Unidos) estuvorepresentado por el matrimonio Ernesto Quiroz y Mónicade Quiroz.
7. Del grupo la ciudad de Panamá participó la Sra. Corinade León.
8. Por los Seglares Claretianos de Quibdo (Colombia)asistió Justa Victoria Sánchez.
9. Del grupo misionero de Chocó (Colombia) participóCarmen Rosa Moreno.
10. De Medellín (Colombia) asistió Beatriz Gómez.
11. De Granada (Antioquia-Colombia) participaronBlanca Hernández por el grupo de  adultos y Gloria Salazar por el de jóvenes.
12. El grupo de Sincelejo (Colombia) envió a ManuelJosé Ramírez
13. De CLAS y otros grupos de Bogotá (Colombia)participaron: CrisantoVelandia, Lucy Herrera, Amanda Quiñónez, Henry Ospina y Martha Lucía Gutiérrez y Amparo Pinzón
14. El grupo de Girardot (Colombia) se hizo presentecon Maribel Uribe.
15. De Neiva (Colombia)participó Mery de Montenegro.
16. De Guayaquil (Ecuador) acudieron Nancy Franco y Roberto Navarro.
17. Del grupo de Barquisimeto (Venezuela) participaron Ana María de Paglia y Carlos Bonilla.
18. El grupo de Curicó (Chile) envió comorepresentante a Sergio Viera.
19. De Chascomús (Argentina) participó Alberto Bellingeri.
20. El grupo de SâoPaulo (Brasil) se hizo presente con Irene Martíns y Anisia de Paulo Figueiredo.
21. El grupo de León (México) estuvo representado por su coordinadora Ofelia Elizondo.
22. De Sacaca (Norte de Potosí – Bolivia), aunque propiamente no había grupo, participó la voluntaria francesa Jmarie-Jeanne Merle.

Algunos de estos grupos, en realidad, todavía no estaban constituidos, otros participaban en orden a clarificar su postura para enrolarse o no en el Movimiento de Seglares Claretianos teniendo en cuenta la nueva línea que estaba asumiendo. Por motivos diferentes no aceptaron la nueva orientación del Movimiento los grupos de León (México) y CLAS (Bogotá) y se retiraron del mismo, una vez concluida la asamblea.

17 de los grupos eran de América Latina (8 de ellos de Colombia), 4 de Europa y 1 de Estados Unidos. Esta distribución de la participación es muy explicable ya que la asamblea se celebraba en Colombia. Por otra parte, América Latina era entonces el Continente que contaba con un mayor número de grupos.

De los 37 seglares que participaron en la asamblea, ahora, 18 años después, sólo unos 15 siguen vinculados al Movimiento de Seglares Claretianos. Hay que tener en cuenta que, de hecho, la mayor parte de los grupos estaban en proceso de formación y sus representantes estaban aún en discernimiento. Para no alarmarnos, se me ocurre pensar que, si tuviéramos delante la foto de un grupo de novicios claretianos de hace 20, seguramente que el índice de perseverancia no sería mayor. Uno de los participantes, Alberto Bellingeri, ya falleció.
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b) Asesores religiosos.
Como asesores religiosos participaron los 20 siguientes: José María Pita ( Madrid), Eloy Valbuena (León – España), Manuel Rodríguez (Oviedo-España), Landelino Franco (Sevilla- España), Jacinto Simón (Zaragoza-España), José Sentre(Panamá), Gonzalo de la Torre (Chocó-Colombia), Horacio Hurtado (Medellín-Colombia), Leoncio Morales, Enrique Herrera, Alberto Rodríguez y Pedro D’Achiardi (Bogotá- Colombia), Alfonso Prieto (Neiva-Colombia), Javier Jara (Talagante-Chile), Angel Núñez (Lima-Perú), Andrés Berasain(Buenos Aires-Argentina), José María Gil (Río de Janeiro- Brasil), Edilberto Alzate (Montevideo-Uruguay), Helmo César Faccioli (Curitiva-Brasil) y Antonio Vidales, encargado del Secretariado General para los Seglares Claretianos.

La mayor parte de ellos siguen apoyando todavía al Movimiento de Seglares Claretianos. Dos abandonaron la Congregación y dos han fallecido (los PP. Andrés Berasain y Enrique Herrera).

2.3. Desarrollo de la Asamblea.

En la mañana del domingo 3 de julio los participantes nos fuimos reuniendo en la casa provincial de los Misioneros Claretianos de Bogotá para salir a media mañana en autobús
hacia La Mana, a pocos kilómetros de Bogotá, donde hay una comunidad de Misioneros Claretianos y tenía su sede el grupo CLAS. Allí nos obsequiaron con reconfortante almuerzo. Desde La Mana proseguimos viaje a Villa de Leyva, situada a unos 190 Kms de Bogotá, en el departamento de Boyacá. Esta pequeña y hermosa villa colonial fue la cuna en que nació el Movimiento de Seglares Claretianos. La Asamblea se celebró en la casa de retiros de los Carmelitas.
Para describir su desarrollo, voy a recoger algunos párrafos de la crónica del encuentro que escribió Yolanda Ibáñez64.

“En las últimas horas del 3 de julio llegábamos todos los congresistas a Villa de Leyva. Esa tarde no tuvimos más que la Eucaristía y a continuación la cena, dada la avanzada hora del día y el cansancio del viaje. (Algunas personas contaban en su haber más de 45 horas sin dormir).

Sesión de apertura y visión de la realidad

64 II Congreso p. 24-28
43
El lunes, día 4, tuvimos la sesión de apertura que corrió a cargo del P. Vidales. En ella nos indicó los tres motivos prioritarios por los que nos habíamos reunido:
1)      Compartir nuestra experiencia del carisma y explicitaresa comunión que nos une.
2)      Realizar un trabajo que no comenzamos ahora. Más bien se trata de terminar lo que llevamos ya tiempotrabajando: la última corrección y la aprobacióndefinitiva del Ideario y Organización de los SeglaresClaretianos.
3)      Crecer personalmente y como grupo; estos días nos hande ayudar a crecer en nuestra vocación para estimularnuestra evangelización al estilo de Claret”.

“Para ambientarnos y tomar posturas, tuvimos durante todo el lunes y la mañana del martes una serie de conferencias en torno al tema “Acercamiento a la realidad mundial y continental”, que estuvieron a cargo de los PP Luis Carlos Bernal y Pacho de Roux de la Compañía de Jesús”.

Elaboración del Ideario

El martes 5 por la tarde entramos ya de lleno al trabajo de elaboración del Ideario. Para trabajar estuvimos divididos en 9 grupos de 7 personas aproximadamente. Para la formación de estos grupos se tuvo en cuenta el que fuesen lo más heterogéneos, no coincidiendo en la medida de lo posible dos personas del mismo país, que fueran grupos equilibrados en cuanto a hombres-mujeres-edades, etc.

En la mañana del miércoles 6 continuamos el trabajo grupal y a la tarde tuvimos la primera plenaria que duró algo más de cuatro horas. Fue una tarea laboriosa para todos. Pedro D’Achiardi, que actuaba de moderador, trataba de agilizar al máximo la plenaria; pero, a pesar de todo, no se pudo terminar. Eran muchas las alternativas que presentaban los diferentes grupos y resultaba difícil llegar a un acuerdo para realizar la votación. No obstante, a última hora de la tarde quedó aprobada la primera parte del Ideario”.

Hay que dejar constancia de que los asesores religiosos participaban sin limitaciones en las reuniones de grupo, pero no en las sesiones plenarias en las que no tenían ni voz ni voto, excepto los PP. Gonzalo de la Torre y Antonio Vidales, que podían intervenir sólo cuando algún seglar les pidiera alguna aclaración

“El jueves 7 se trabajó en tres bloques las 3 partes del Ideario restantes. El trabajo resultó duro, pero interesante. Tampoco se realizó en el tiempo convenido y hubo que ampliar el trabajo por grupos, no pudiéndose realizar la plenaria”. Se tuvo al día siguiente. “También resultó costosa y no pudimos concluirla en la mañana, quedando pendiente la parte organizativa para la primera hora de la tarde. A las 4,08 p.m. del día 8 de julio quedaba aprobado el primer Ideario y Organización de los Seglares Claretianos. Dicha aprobación fue recibida por toda la sala con grandes aplausos y una inmensa alegría”.
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La parte titulada “Formación del Seglar Claretiano” se sacó del texto del Ideario, dejándola para ser elaborada aparte como plan de formación. En la tarde del día 8 y en la mañana del 9 se estudio el tema de la ubicación eclesial del Movimiento. Se inició el trabajo con una charla del P. Antonio Vidales sobre la posible ubicación del Movimiento dentro de las diversas formas asociativas de seglares que reconoce la el Código de Derecho Canónico y las que existen de hecho, fuera de esos encuadres jurídicos.

Acuerdos de carácter organizativo

En la tarde del día 9 la asamblea aprobó algunos puntos de carácter organizativo. Entre ellos los siguientes:
1)      El consejo mundial del Movimiento de Seglares Claretianos estará compuesto por los miembros del comité ejecutivo, elegidos por el congreso (la asamblea), y por un representante por cada una de las zonas, elegidos por los grupos de la zona respectiva.

2)      El comité ejecutivo estará compuesto por tres miembros, que se distribuirán entre sí los diversos servicios y responsabilidades.

3)      Proponer al P. General la designación del P. Antonio Vidales como asesor religioso mundial para los próximos cuatro años.

4)      El comité ejecutivo se responsabilizará de la publicación de la revista de los Seglares Claretianos.

5)      Se establece una cuota anual por grupo de 20 $US.

6)      El próximo congreso mundial de Seglares Claretianos se celebrará en 1987.


Elección del primer consejo general del Movimiento.

El sábado día 9 por la tarde – se dice en la crónica del congreso - “se realizó la votación. En el ánimo de todos estaba el que esta votación sería una primera vuelta orientativa, pero, cuál no fue la sorpresa que en la primera vuelta salieron las tres personas con holgura de votos sobre la mayoría absoluta: Irene Martíns de Brasil, Yolanda Ibáñez y Fernando López de España. Felicitados los elegidos, secelebró la Eucaristía de acción de gracias”.
El domingo 10 se completó la composición del consejo con la elección por parte de las zonas de su representante en el mismo. “Los representantes de la zona del Cono Sur de América Latina eligieron a Sergio Viera (Chile), y los de la zona norte y el Caribe a Ana María de Paglia (Venezuela)”.

Quedó pendiente la elección de los representantes de la zona de América del Norte y de Europa, cosa que nunca se llegó a hacer; en el primer caso por la escasez de grupos existentes en la zona y en el segundo porque ya había en el consejo dos personas de Europa elegidas por la Asamblea.
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Una característica especial del Movimiento es que no tiene presidente. La presidencia o coordinación es colegial y está compuesta por tres personas, que, según sus aptitudes y su disponibilidad de tiempo se distribuyen los servicios a prestar por parte del consejo. Es una anomalía dentro de las asociaciones eclesiales, a la que el Pontificio Consejo para los Laicos no puso reparos, como nos temíamos, al aprobar el Ideario.

Los mensajes de la Asamblea

La asamblea dirigió dos mensajes65, uno a los SeglaresClaretianos y otro a la Familia Claretiana.

El primero,entre otras cosas, decía:
·         “Queremos expresarles nuestra unión de afecto, de pensamiento y compromiso, para estrechar así, más ymás, nuestros lazos de comunión.
·         Hemos hecho el esfuerzo por recoger y respetar todos sus anhelos y compromisos y plasmarlos en el “Ideariodel Seglar Claretiano”, con el que tratamos de enfrentar, al menos como punto de partida, todo lo quees nuestro mundo actual, con su realidad y susexigencias que para nosotros se convierten en desafíos.
·         Creemos, porque ésta ha sido ya nuestra experiencia,que no habrá nunca oposición entre lo que todos losgrupos de Seglares Claretianos han vivido y esteIdeario que de nuevo sólo tiene el ordenamiento, laexplicitación y la redacción de aquellos permanentes valores claretianos que explícita o implícitamentetodos hemos vivido.
·         A cada uno de nuestros grupos le corresponderá adaptara su propio ambiente, a sus circunstancias de espacio yde tiempo, de cultura, de opciones y ocupaciones, devocaciones laicas concretas, todo el contenido delIdeario.

El segundo mensaje, dirigido a la Familia Claretiana, entre otras cosas decía:
·         “Queremos compartir el gozo que vive nuestro movimientoen estos momentos; hemos descubierto nuestra identidadde grupo, que dejamos expresada en el Ideario.
·         “Hemos llegado a una cierta mayoría de edad y queremos agradecer a la Congregación de Misioneros Claretianosla ayuda que especialmente nos han dado desde el últimoCapítulo General (1979), creando un SecretariadoGeneral para nuestro servicio. Reconocemos que el P.Antonio Vidales ha sido el impulsor y animadorincansable que, en todo momento, con su apoyo einiciativa nos ha acompañado”.
·         “Albergamos la esperanza de estrechar más fuertemente nuestra fraternidad en gestos concretos de cercanía,colaboración mutua y ojalá también con la puesta enpráctica de proyectos comunes de evangelizaciónllevados conjuntamente”.
65 II Congreso pp38-41.
46
Evaluación de la Asamblea

La evaluación final de la asamblea ofreció apreciaciones muypositivas66. Con respecto al objetivo principal de la misma,la elaboración del Ideario se dijo:
· A todos pareció muy acertada “la iniciativa de que unclaretiano redactara previamente un borrador delIdeario que sirviera de documento base de trabajo entodo el proceso.
· A todos, excepto uno, les pareció que “el estudio delIdeario durante más de un año por grupos y regiones“bien” o “muy bien”.
· A la pregunta “¿te satisface el Ideario tal como haquedado?”, todos menos uno dicen que “mucho” o“muchísimo”.
· Finalmente, todos por unanimidad dicen que “ha validola pena tener este congreso”.

3. Evolución del laicado claretiano

Voy a concluir este capítulo con una tabla que refleje de manera muy sumaria la evoluciónllevada a cabo por el laicado claretiano desde sus orígenes hasta la constitución del Movimientode Seglares Claretianos en 1983.

Etapas y
denominación

Relación con la
Congregación

Objetivos principales

1846 -1870Durante la vidadel P. Claret.Cada grupo teníasu nombre.

Autonomía de cada uno delos grupos.El P. Claret tenía elproyecto de formar unejército deevangelizadores integradopor los Misioneros del Corazón de María, losClérigos Seculares y loslaicos, pero respetandoel carácter y la autonomía de cada una delas ramas.
La santificación propia.Oración, culto.Apostolado a través dela prensa, de lacatequesis y otrasactividades.

1870 – 1938
BIENHECHORES

Amistad con losMisioneros.Cierta dependencia de laCongregación con respectoa ellos.
Ayudar materialmente a la Congregación. Ejercer influencias afavor de ella.

1938 – 1970
COLABORADORES
CLARETIANOS
Asociación, que era obra propiade la
Congregación.

Cooperan con laCongregación dependiendo.La santificación propia.La ayuda a la66 II Congreso pp. 44-53de ella; son obra propiaal estilo de una ordentercera.Los directivos de laasociación son losreligiosos.
47Congregación en elapostolado de lapropaganda, en ladifusión de las cosas dela Congregación y laayuda económica para losseminarios, las misionesy la construcción deltemplo al Corazón Maríaen Roma.

1970 – 1979
ASOCIADOS
CLARETIANOS
Asociación. Obrapropia.

Dependencia.Igual que en la etapaanterior no se lesreconocía carisma ymisión propios, se decía que los recibían de la Congregación.
Son considerados la ramaseglar de la Congregación
La santificación propia.Algunos miran la vida religiosa como modelo aseguir.Cooperar con la
Congregación y a susórdenes en obras deevangelización.

1979 – 2001 ...
SEGLARES
CLARETIANOS
Asociaciónprivada defieles

Autonomía y fraternidad.Se les reconoce carisma y misión propios.No son una rama de laCongregación, sino de laFamilia Claretiana

Seguir a Jesús comoseglares y comprometerseen la causa de su vida:el Reino de Dios. La evangelización conotras ramas de lafamilia claretiana oindepen-dientemente deellas.

  
VI. DESARROLLO DEL MOVIMIENTO ENTRE 1983 – 1987

1. El período que va entre la primera y la segundaasamblea del Movimiento.

Tanto en la preparación del encuentro de Villa de Leyva,como durante su celebración, lo designamos siempre como el “II Congreso del Movimiento de Seglares Claretianos”, considerándolo continuación del I Congreso de Asociados Claretianos, celebrado en 1979. Ese es también el título del folleto en que se recogen las crónicas y los trabajos de dicha reunión.

A medida que se fue tomando conciencia del salto cualitativo que significó el encuentro de Villa de Leyva en la historia del laicado claretiano, este acontecimiento se consideró como el punto de partida de una etapa nueva y, a partir de ahí, comenzamos a denominarlo, en lugar de II Congreso, I Asamblea General de Movimiento de Seglares Claretianos.

La segunda Asamblea tendría lugar cuatro años más tarde en la ciudad de Florencio Varela (Buenos Aires-Argentina). Durante esos cuatro años, con el Ideario como guía y como criterio, los grupos de Seglares Claretianos ya existentes se fueron clarificando y surgieron otros nuevos.

Tres temas predominan en este cuatrienio: la consolidación y la promoción de los grupos de seglares claretianos, el perfeccionamiento del Ideario y la elección de la forma asociativa más adecuada para el Movimiento. Para impulsarlos, el Movimiento contaba ya con una organización y unas instancias directivas propias.

1.1. Evolución de los grupos de Seglares Claretianos.

Cuando se celebró, en 1979, el Congreso de Asociados Claretianos en Río de Janeiro, existían unos 20 grupos de Asociados con aproximadamente 560 personas. Algún grupo, como el de Viena (Austria) no se enroló en el proceso de transformación emprendido por el laicado claretiano en 1979 y se retiro del mismo desde el primer momento.

Entre los años de 1980 a 1983, durante el proceso constituyente del Movimiento de Seglares Claretianos, se crearon unos 30 grupos nuevos. Según la Memoria presentada en la II Asamblea General, en 1983 existían 52 grupos con untotal de 1.293 personas. Se trata de los grupos que vamos a mencionar a continuación. (Entre paréntesis se indica el número de miembros de cada grupo).

a) Grupos de Seglares Claretianos en julio de 1983
1.      En Argentina había 7 grupos: Buenos Aires (25),Chascomús (20), Rosario (30), Córdoba Villa Claret (16), Córdoba Semcla (15), Iruya (4) y Humahuca (3).
49
2.      En Bolivia se creó en junio de 1983 el grupo de Cochabamba(8).
3.      En Brasil había un solo grupo con 30 personas dispersas por varias poblaciones.
4.      En Colombia había 10 grupos: CLAS adultos (79) y CLAS jóvenes (18). Ambos se dieron de baja al terminar la IAsamblea General; Bogotá Voto Nacional(25), BogotáEpígenes(11), Neiva(25), Girardot(25), Granada adultos(60), Granada jóvenes(30), Bosa(12), Itaguí (12) Chocó(9).
5.      En Costa Rica había dos grupos: el Grupo Claret (8) de Heredia y el de Mercedes de Heredia(16). Este último se disolvió antes de la II Asamblea General.
6.      En La Habana (Cuba) se formó un grupo en 1983, que contaba con 15 miembros.
7.      Tres grupos había en Chile: Santiago(25), Curicó (14) y Talca(13).
8.      En Guayaquil (Ecuador) había cuatro grupos: dos en la parroquia del Espíritu Santo: adultos(75) y jóvenes(25), y otros dos en la del Cristo del Consuelo: adultos (130) y jóvenes (31). Tres años más tarde quedaba un solo grupo en Guayaquil, en la parroquia del Espíritu Santo, con 148 personas.
9.      En España había 6 grupos: el de Zaragoza(30) con gran proyección misionera hacia América Latina, el de León con sus tres miembros en la misión deJuanjuy (Perú), el de Madrid (120), cuyos miembros pertenecían a la Asociación de Antiguos Alumnos del Colegio Claret, el de Oviedo (15) y dos en Sevilla: uno de adultos (19) y otro de jóvenes(40). El de León y el de jóvenes de Sevilla causaron baja antes de la asamblea de 1987.
10.  En Italia había un grupo (40), con sede en Roma, pero con personas residentes en otras poblaciones.
11.  El grupo de México (68) causó baja al terminar la asamblea de Villa de Leyva.
12.  En este período se inició el primer grupo del continente africano en Owerri(15) (Nigeria).
13.  El incipiente grupo de Panamá envió su representante a la Asamblea y desapareció al poco tiempo.
14.  También el grupo de Lisboa (12) se retiró al constituirse el Movimiento. Prefirieron seguir como asociadas.
15.  En Puerto Rico se creó el grupo de Bayamón (17)
16.  En Montevideo (Uruguay) había dos grupos: Corazón de María (14) y Fátima(12), que desaparecieron durante el cuatrienio, surgiendo al mismo tiempo el grupo P. Cardona.
17.  En USA había tres grupos en Chicago, Los Angeles(7) y Phoenix, sólo éste último envió sus representantes a la I Asamblea.
18.  Finalmente, en Venezuela, se crearon los grupos de Barquisimeto (20), Maracaibo (7), Mérida(25, San Félix(12) y Valencia(15).
50
b) Grupos de Seglares Claretianos en julio de 1987.

Durante los cuatro años transcurridos entre la Iª y la IIªAsamblea del Movimiento causaron baja 20 grupos: los de Iruya y Humahuaca (Argentina); los dos de CLAS, Epígenes, Girardot, Granada-jóvenes, Bosa e Itaguí en Colombia; el de Mercedes de Heredía(Costa Rica). Tres de Guayaquíl(Ecuador), quedando uno sólo en dicha ciudad; el de León- Juanjuy (Perú), los de México, Panamá y Portugal y los dos de Montevideo (Uruguay): el del Corazón de María y el de Fátima. En España desapareció el grupo de jóvenes de Sevilla.

En el mismo período se crearon 49 grupos nuevos. En las fechas de la II Asamblea(1987) los grupos eran ya 81, de los cuales 19 estaban en formación o en discernimiento. En cuanto número de personas el Movimiento pasó de 1.293 a1.750, de los cuales 150 estaban en período de formación.

A continuación damos la lista de los grupos constituidos en el período1983-1987.
La sigla EF que figura entre paréntesis indica que se trata de un grupo en formación.

1.      En Argentina, los grupos CIES (9) (Buenos Aires), Bahía Blanca(11) y Tucumán(9).
2.      En Brasil, por fraccionamiento del antiguo grupo único y por creación de otros nuevos, había en 1987 nueve grupos: dos en Sâo Paulo (13), Diamantina (9), Contagem(10)., Rio Grande do Sul(3), Novo Aripuná (8 E.F.),Curitiba(30), Catasguases(7) y Piraçicaba(3).
3.      En Colombia se crearon 14 grupos nuevos: Chocó (Medio Atrato, 11), Chocó-Quibdó(11 EF), Chocó-Indigenista(7 E.F.), Chocó-Bagadó (23 E.F.), Cartagena(8), Sincelejo(6), Barranquilla(11), Cali (Colegio Claret, 8), Cali (Barrio Colón, 12), Cali (Nueva Floresta, Cali (Cerrito, 12), Valle del Cauca(10), Comuneros II (16 E.F.). 12),
4.      En Chile surgieron cuatro nuevos grupos: Antofagasta (E.F.), Linares (E.F. Temuco (E.F. 27) y Santa Rosa de Chena (E.F.).
5.      En España se formó un segundo grupo en Oviedo(12), otro en Madrid (Santo Angel, 5), dos en Barcelona: L’Horeb(7) y Ara Pacis(7), dos en Las Palmas de Gran Canaria: uno de adultos(43) y otro de jóvenes (E.F. 22) y el de Almendralejo (30).
6.      En Karumathur (India) se inició el primer grupo del continente asiático(E.F.).
7.      En Italia aparecen tres nuevos grupos: Altamura(22), Palermo(7) y Catania (EF).
8.      En Portugal se creó el grupo de Carvalhos(20),
9.      En Montevideo (Uruguay) se formó el grupo llamado “Padre Cardona” (9).
10.  En Venezuela se creó un nuevo grupo en Barquisimeto EF (16), y los de Mérica (8), Caracas (10 E.F.), Trujillo(5), San Lázaro(19), Delta Amacura(3) y Turmero(6), los cuatro E.F
51
1.2. La vida de las zonas y regiones:

Ya en la etapa previa a la asamblea de Villa de Leyva se trabajó por regiones en la elaboración del Ideario. En América Latina había dos regiones y una en Europa. El “Ideario y Organización” del Movimiento aprobado en la asamblea de Villa de Leyva distinguía varios niveles en la estructura del Movimiento diciendo que “está organizado en cinco niveles: grupal, regional, nacional, zonal y mundial. La región está integrada por varios grupos y puede comprender parte de o toda una nación o varias naciones”. (n. 46). En los países en que los grupos se articulen en varias regiones podrá existir un consejo nacional...” (n.
50).

En realidad a las zonas se les vio menos importancia que a las regiones. Tanto ellas, como los consejos nacionales apenas si llegaron a funcionar. Se tuvieron algunas reuniones zonales. Así en 1985 se celebró una asamblea de la zona europea de la que hay una crónica en el nº 16 de la revista Seglares Claretianos. En 1986 se celebró otra en Colombia de la zona norte de América Latina. En vista de ello, los Estatutos del Movimiento aprobados en la II Asamblea (1987) simplificaron la estructura diciendo: “El Movimiento de Seglares Claretianos está organizado en tres niveles: grupal, regional y general”. De ese modo la letra del Estatuto respondía mejor a la realidad de las cosas.

Las que sí cobraron mucha importancia en la animación del Movimiento desde el principio fueron las regiones, creadas inmediatamente por el consejo general elegido en Villa de Leyva. Pronto comenzaron a organizarse las asambleas regionales para estudiar temas de importancia para laanimación del Movimiento en la región. Así en julio del 84 se celebró la primera asamblea de la región de Chile, en agosto la de Italia y la de León-Aragón, en septiembre la de la de Brasil y en noviembre la de Argentina. Al año siguiente (1985) se fueron celebrando las asambleas del resto de las regiones.

1.3. Servicio de animación del primer consejo general

El primer consejo general del Movimiento elegido en Villa de Leyva estaba integrado por un comité ejecutivo y dos representantes de zona. El comité los constituían Irene Martins del grupo de Sâo Paulo (Brasil), Fernando López Tapia del grupo de Antiguos Alumnos de Madrid (España) y Yolanda Ibáñez del grupo de Zaragoza (España), más el P. Antonio Vidales como asesor religioso. Los delegados de zona eran Ana María de Paglia (Barquisimeto – Venezuela) por la zona norte de América Latina y Sergio Viera (Curicó – Chile) por el Cono Sur. Se preveía la designación en el futuro de representantes de otras zonas cuando éstas se organizasen, cosa que afortunadamente no llegó a suceder porque hubiera resultado un consejo excesivamente numeroso y sus reuniones económicamente insostenibles.
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El consejo tuvo cinco reuniones ordinarias en los cuatro años de su duración, sin contar una más, la primera, que fue “sobre ruedas”. En efecto, la celebramos, bajo la conducción del asesor, en el automóvil que nos prestó la provincia de Colombia Oriental y en el que viajamos de regreso a Bogotadesde Villa de Leyva los 6 miembros del consejo general el mismo día en que concluyó la asamblea.

En esta reunión el comité ejecutivo se distribuyó los diferentes servicios en la forma siguiente: Yolanda quedó encargada de la Secretaría General, Irene de la secretaría de formación y Fernando de la de Economía. Al asesor se le encomendó realizar las gestiones necesarias, para el ingreso del Movimiento en el Pontificio Consejo para los Laicos y para su reconocimiento oficial por la Santa Sede.

Se acordó también que la revista “Seglares Claretianos”, editada hasta entonces en Roma por el Secretariado para los Seglares Claretianos, la dirigiera y editara el Consejo del Movimiento a partir del primer número de 1984, que sería el 10º de la serie.

La primera reunión ordinaria del consejo se celebró en el monasterio de San Bento de Río de Janeiro del 26 de diciembre de 1983 al 2 de enero de 198467. En primer lugar, como lo haríamos en todas las reuniones posteriores, compartimos ampliamente sobre la situación de los grupos de Seglares Claretianos a nivel mundial. Después estudiamos y aprobamos el reglamento de régimen interno del consejo en orden a hacer más eficaces sus servicios.

Para dinamizar el Movimiento y en conformidad con la parte organizativa del Ideario, se crearon las 10 regiones siguientes: Aragón-León (España), Bética-Portugal, Castilla (España), Italia, Colombia Occidental, Colombia Oriental y Ecuador, Venezuela y Antillas, Argentina y Uruguay, Chile y Brasil.

Concretando una decisión de la reunión anterior, se acordó que la revista “Seglares Claretianos” se editará enZaragoza. Se planificaron los cuatro números correspondientes al año 1984.Ante el grave déficit que padece el Movimiento, se acordó elevar la cuota anual por grupo de 20 a 40 $US.

La segunda reunión del consejo se celebró en Roma, aprovechando la participación del consejo en el primer simposio de la Familia Claretiana68. Tuvo lugar unos días antes del simposio, 5 al 10 de octubre de 1984 y dos días después del mismo, el 28 y 29. El asesor informó sobre las gestiones hechas para el ingresoen el Pontificio Consejo para los Laicos y, teniendo en cuenta las dificultades que se presentan, se acordó dejar la decisión para que la tome la II Asamblea General delMovimiento. Se aprobó el plan de formación subrayando quetiene sólo carácter indicativo y, por tanto, no esobligatorio para los grupos. Dada la escasa respuesta de los grupos a la solicitud de informaciones para publicarlas en la revista del movimiento, se decide escribir a los corresponsales de cada grupo para pedir su colaboración.
67 En el nº 10 de la revista Seglares Claretianos se puede leer una crónica
detallada de esta primera reunión del consejo. 68 Un informe sobre el encuentro de la Familia Claretiana se encuentra en el
nº 13 de “Seglares Claretianos”.
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La tercera reunión del consejo la tuvimos en Vic (España) del 25 de octubre al 2 de noviembre de 1985. Compartimos sobre la situación de los grupos. Dialogamos con los dos grupos de Barcelona. Aprobamos el balance y el presupuesto y elevamos la cuota por grupo de 40 a 50 $US. Se fijó la celebración de la II Asamblea General para el mes de julio de 1987 en Argentina, sin determinar todavía la población.

La cuarta reunión la celebramos en Madrid del 22 al 28 de julio de 198669. Como en las reuniones precedentes, hablamos en primer lugar de la situación de los grupos, aprobamos el balance y el presupuesto y preparamos los siguientes números de la revista. Se programó la II Asamblea General, se escribió la convocatoria oficial de la misma, invitando a los representantes de los grupos a estar del 22 al 31 de julio de 1.987 en Florencia Varela (Buenos Aires). Se fijaron los criterios de asistencia y los temas de estudio. Se revisó y aprobó el borrador de las propuestas de modificación de la parte organizativa del Ideario, que será sometida al estudio y dictamen de la II Asamblea, igual que lo serán también las propuestas de modificación a la primera parte del Ideario, que los grupos ya están estudiando.

La quinta y última reunión la tuvimos en Buenos Aires del 13 al 22 de julio de 1987, en la semana inmediatamente anterior a la celebración de la II Asamblea General del Movimiento. En esta reunión se ultimaron todos los puntos referentes a la organización y desarrollo de la II Asamblea General.

2. La II Asamblea General

En la segunda Asamblea General del Movimiento, celebrada en Florencio Varela (Bs. Aires) del 23-31 de julio de 1987 participaron 66 personas: 50 seglares, 10 asesores del Movimiento, cinco representantes de otros organismos y el encargado del secretariado General para los Seglares Claretianos. Por países, la distribución era así: 17 de Argentina, 13 de Colombia, 13 de España, 7 de Brasil, 5 de Bolivia, 4 de Italia, 2 de Venezuela, 1 de Nigeria y 1 de Panamá.

La Asamblea tenía como objetivos principales: evaluar el desarrollo del Movimiento en los últimos cuatro años, revisar el texto del Ideario, determinar la forma asociativaque debería asumir el Movimiento, tratar algunos temas de formación y elegir el nuevo consejo general del Movimiento.
69Una descripción más amplia de esta reunión se halla en el nº 20 de “Seglares Claretianos”.

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2.1. Evaluación del desarrollo del Movimiento.

Para evaluar el desarrollo del movimiento en los cuatro años que van de 1983 a 1987 la Asamblea se sirvió de la Memoria presentada por el Consejo General. Se hicieron las siguientes apreciaciones sobre el cuatrienio70:

Aspectos positivos:
·         A nivel global crece y se consolida el Movimiento, aunque hayan desaparecido algunos grupos antiguos.
·         Las bajas de estos grupos se deben principalmente a su falta de identificación con el Movimiento.
·         Se ha consolidado el consejo general, que ha impulsado la celebración de las Asambleas Regionales, ha intensificado la relación con las otras ramas de la Familia Claretiana y se ha interesado por la formación de los grupos.
·         Han aumentado los grupos en formación y esto nos ofrece perspectivas de futuro.

Algunas deficiencias:
·         La revista “Seglares Claretianos” tiene un nivel teológico algo elevado, hay que darle más contenido informativo y lograr mayor colaboración de los grupos.
·         Se han integrado personas en los grupos sin tener verdadera identidad de Seglares Claretianos.
·         Tiene que quedar claro que el hecho de colaborar en una obra de los Misioneros Claretianos no es criterio suficiente para ser seglar claretiano.
·         Falta solidaridad y comunicación de bienes y experiencias entre los grupos.

Deseos y sugerencias:
·         El Movimiento necesita mayor apoyo de la Congregación de Misioneros
·         Hay que modificar la estructura zonal y regional.
·         Es necesario impulsar más la relación y el trabajo con las otras ramas de la Familia Claretiana
·         Urge evitar que el Movimiento se clericalice y se burocratice.
·         Hay que adaptar el Ideario a la realidad, ya que hay grupos que no se sienten identificados con él.

2.2. Revisión y perfeccionamiento del Ideario.

Ya en el saludo inaugural de la Asamblea de Villa de Leyvadecía que el Ideario que vamos a aprobar “no es un documentopara le eternidad, sino para los próximos años. Es muyprobable que el siguiente congreso tenga que modificarlo.”71.
70 Actas de la II Asamblea General p. 2-3.
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Efectivamente, al terminar la I ª Asamblea, junto al gozo de tener ya un Estatuto (Ideario y Organización), en el ánimode todos estaba la idea de estudiarlo con calma a lo largo de los siguientes cuatro años para ver si respondía a lo queson y tienen que ser en realidad los seglares claretianos y,en consecuencia, reformarlo en la II Asamblea General programada para el año 1987.

Con vistas a esta Asamblea, recogiendo indicaciones de los grupos y del propio consejo general del Movimiento, preparédos folletos para que los grupos los usaran comoinstrumentos de trabajo en orden a mejorar el Ideario. Elfolleto titulado “Sugerencias para la comprensión yperfeccionamiento del Ideario del Seglar Claretiano” tiene dos partes:
La primera (páginas 1 a 40) es un brevecomentario al Ideario para facilitar su comprensión. Lasegunda parte contiene un buen número de sugerencias paraperfeccionar el texto aprobado en la Asamblea de 1983.

Después de este proceso de revisión del Ideario en el que participaron todos los grupos, la IIAsamblea del Movimiento (1987) retocó casi todos los números del Ideario y Organización. Voy amencionar algunos como ejemplo.

·         Se abreviaron los actuales números 1 y 2 y en eln. 1 se cambió la expresión “vivimos lasexigencias de la vida evangélica” por la de“vivimos las exigencias del Reino”, que no tienetantas resonancias de la vida religiosa.
·         En el n.6 actual se añadió el párrafo primero, queresalta lo más específico de la vocación delseglar.
·         En el n. 12 se añadió la dimensión eclesial delbautismo.
·         En el n. 13 de suprimió un párrafo que hacía uncontraste entre el modo de vivir lasbienaventuranzas los religiosos y los seglares.
·         Los dos primeros párrafos del n.15 actual sonnuevos.
·         En el n. 16 se incluyó la dimensión cristológicade nuestra obediencia al Padre, diciendo “comoJesús” ...
·         Se suprimió un primer párrafo que figuraba en eln. 19 actual.
·         Se añadieron los párrafos tercero y cuarto deln.23.
·         Es nuevo el n. 30, que resalta el carácter secularde la espiritualidad del seglar claretiano.
·         Se cambió de manera notable el apartado titulado“Fuentes de nuestras Espiritualidad”.
·         Es nuevo el n. 40, que presenta a los pobres comolugar de encuentro con Dios y como fuente deespiritualidad.71 II Congreso Mundial de Seglares Claretianos, p. 11.
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El texto del Ideario, perfeccionado con los aportes de losgrupos y de los asambleístas, es más completo y su contenidoestá mejor articulado que en la redacción anterior. En el mensaje de la asamblea a los seglares claretianos se dice:“el trabajo de perfeccionamiento de nuestro Ideario, llevadoa cabo durante los primeros días de la Asamblea, nos ha ayudado a conocer con mayor profundidad nuestra vocación ymisión en la Iglesia”.

“A la hora de revisar el ideario – sigue diciendo el mensaje - hemos intentado con todas nuestras fuerzas plasmar en élla utopía del Seglar Claretiano, expresar en él nuestros mejores y más profundos deseos de responder al proyecto deDios sobre nosotros. Hemos sido conscientes de estarescribiendo esa regla de vida que va a guiar nuestro caminaral servicio del Reino y nuestro vivir según las exigenciasdel Evangelio”.

“Dentro de la diversidad de grupos y personas que integramos el Movimiento de Seglares Claretianos, el Ideario es paratodos nosotros punto de encuentro. Es también punto obligadode referencia para discernir la autenticidad seglar yclaretiana de personas y grupos” 72

La segunda parte titulada “Organización” se sacó del Ideario. Se revisó a fondo en la Asamblea yse publicó a parte con el título de “Estatutos del Movimiento de Seglares Claretianos”. Con ello sepretendía dar mayor realce al Ideario y restar importancia, frente a él, a la parte normativa. Estaidea se recoge en el prólogo añadido a los Estatutos a la hora de publicarlos. En él se dice:“Publicamos por separado los Estatutos y el Ideario, que son documentos de muy diversacategoría. Mientras el Ideario es una lectura del Evangelio desde nuestro carisma y presenta nuestromodo de seguir a Jesús, los Estatutos se refieren a la organización del Movimiento”

En el mismo prólogo se daba razón de la deliberada brevedad de los Estatutos: “Tratándose de unmovimiento carismático, es lógico que los estatutos contengan sólo la normativa mínimaimprescindible que el Movimiento necesita. Esta normativa es tan reducida y tan abierta que enmodo alguno coarta la libertad y creatividad del don del Espíritu ni sofoca la peculiaridad de cadagrupo o comunidad de seglares claretianos”.

En mi opinión no convendría perder de vista este sentido de los Estatutos para no caer en unaexcesiva institucionalización y reglamentación del Movimiento.

2.3. Determinación de la forma asociativa delMovimiento.

En la búsqueda de la forma asociativa mejor para elMovimiento primó el criterio de libertad y de autonomía quedebe tener ante otras instituciones eclesiales. Dentro delas posibilidades que ofrece la actual legislación de laIglesia, la asociación privada es la que mejor responde aesos criterios.
72 Revista Seglares Claretianos nº 24 p. 4
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Antes de la asamblea ya se había estudiado el tema porregiones. Esto facilitó la reflexión y la toma de postura dela asamblea que, en sesión plenaria, acordó por unanimidadque el Movimiento fuera una Asociación Privada de Fieles sinpersonaría jurídica. Este acuerdo se incluyó en losEstatutos. La asamblea acordó también que se solicitara laintegración del Movimiento en el Pontificio Consejo para losLaicos.

2.4. Temas de estudio

Dedicamos dos días de el asamblea a reflexionar sobre dostemas que considerábamos de gran importancia para laformación y la consolidación de los grupos. Para el primertema sirvió de instrumento de trabajo el folleto elaboradopor el asesor general del Movimiento en 1984, que lleva eltítulo: “El grupo de Seglares Claretianos. Evolución y maduración” y que está publicado en la colección desubsidios.

El segundo tema de estudio tuvo como instrumento de trabajoel folleto preparado por el P. José Fernando Tobón y que setitula “Plan de formación del seglar claretiano”. Con esa guía se reflexionó sobre el proceso de formación que seestaba llevando a cabo en los grupos, sus elementos comunes,las dificultades que encontraban y las posibles soluciones.También este folleto está publicado en la colección desubsidios con el nº 15.

En el mensaje de la Asamblea a los Seglares Claretianos se dice: “Los asambleístas hemos hecho abundantes aportes alplan de formación. La Asamblea ha confiado su redaccióndefinitiva al Secretariado General para los SeglaresClaretianos, a la secretaría de formación y al asesorgeneral”.

El documento se publicó al año siguiente con el título de“La Formación del Seglar Claretiano”. En el prólogo opresentación del mismo se dice: “La Formación del SeglarClaretiano” no es, propiamente hablando, un “Plan deFormación”, sino un instrumento que puede ser de muchautilidad para los grupos a la hora de hacer su plan de formación. En su primera parte presenta la visión que elMovimiento tiene de la formación, las metas del procesoformativo, los modelos, las características, los agentes ylos recursos. La segunda parte es un banco de sugerenciassobre temas de estudio y prácticas formativas que puedenservir de orientación a los grupos”.


2.5. Elección del nuevo consejo general.

Antes de proceder a la elección del nuevo consejo sediscutió el número de miembros que había de tener. Elconsejo anterior estaba integrado por 5 seglares y elasesor. Un consejo tan numeroso encarecía notablemente elcoste de sus reuniones. La asamblea acordó que en adelanteestuviera integrado sólo por tres seglares y el asesor.
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Se hizo primero una votación de sondeo, en la que yaaparecieron con mayoría absoluta de votos Conny Armijo yFernando López, y el P. Antonio Vidales como asesor. Fernando manifestó su decisión de no aceptar por motivos deorden personal, si es que fuera elegido. Por su parte el P.Antonio recordó que ya había acompañado al Movimientodurante 8 años y creía que era necesario elegir otro asesor.

Se procedió a la votación en firme resultando elegidos Conny Armijo (Cochabamba-Bolivia), Vicente Pisabarro (Madrid-España) y Yolanda Ibáñez (Panamá) y como asesor el P. Antonio Vidales, quien ratificó su decisión de no aceptar.Quedó pendiente el cargo de asesor hasta consultar alSuperior General, quien, posteriormente rogó al P. Vidalesque siguiera por un período más.

2.6. Los mensajes de la Asamblea.

Igual que la anterior, también esta asamblea dirigió unmensaje a los Seglares Claretianos y otro a la FamiliaClaretiana.

En el primero, del que ya hemos copiado algunos párrafos,además de dar cuenta de lo realizado en la Asamblea, secomparte con los grupos la rica experiencia vivida en ella.“Ha supuesto para nosotros un gran enriquecimiento elconocer los compromisos misioneros de los grupos que hay enlos diversos continentes. En efecto, cada noche losrepresentantes de uno o dos países presentaron loscompromisos y actividades de los grupos de su región.

Queremos destacar el clima de fraternidad que se respiródesde el primer momento. La mayor parte de nosotros no nosconocíamos y, sin embargo, ya en la primera mirada nos hemossentido hermanos y amigos. Hemos experimentado que elcarisma de familia no es una bella teoría, sino una realidadpalpable, una sintonía que se anticipa al saludo y a lapresentación.

Al compartir con todos ustedes esta inolvidable experiencia,quisiéramos que la Asamblea significara también para ustedeslo que ha significado para nosotros: un gran estímulo aseguir a Jesús y a comprometernos cada día con másgenerosidad en la construcción del Reino de Dios”.

En el mensaje a la Familia Claretiana, entre otras cosas, sedice: “Queremos hacer partícipes de nuestra experiencia atodos los hermanos y hermanas de la Familia Claretiana, comosigno palpable de comunión y fraternidad que supone elcompartir el mismo carisma de Claret”. Más adelante se dice:“De forma muy especial les agradecemos los servicios decolaboración, apoyo y animación hacia el Movimiento, asícomo su oración ante este acontecimiento tan importante paratodos nosotros. Tenemos la seguridad de estrechar yfortalecer cada día más nuestra fraternidad en gestosconcretos de cercanía y colaboración mutua en proyectoscomunes de evangelización”.
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3. Reconocimiento oficial del Movimiento y su integración
enel Pontificio Consejo para los Laicos.

Para dar cumplimiento al acuerdo tomado en la II AsambleaGeneral del Movimiento, el mismo día en que terminó laasamblea el nuevo consejo general redactó una carta dirigidaal Pontificio Consejo para los Laicos pidiendo la aprobaciónde los Estatutos y la integración en dicha organizacióneclesial, presidida entonces por el cardenal argentino Eduardo Pironio, buen amigo de los claretianos. Larespuesta, positiva y elogiosa, no se hizo esperar mucho, yaque tiene fecha de 20 de abril de 1988.

Como se dice en el decreto de aprobación, algunos obispos yel superior general de los Claretianos escribieron alPontificio Consejo para los Laicos en apoyo de la solicitudpresentada por el Movimiento de Seglares Claretianos. Eldecreto copia este párrafo de la carta del superior general,P. Gustavo Alonso: "El gobierno general de nuestraCongregación quiere, por mi medio, expresar ante elPontificio Consejo para los Laicos su apoyo a estainiciativa del Movimiento de Seglares Claretianos. Cree, en efecto, que el reconocimiento deseado responderá mejor a lamadurez del Movimiento y favorecerá su futuro desarrollopara servicio de la Iglesia universal”73.
El decreto, después de varios considerandos previos,concluye diciendo: “Por todo ello, el Pontificio Consejopara los Laicos, en cuanto Dicasterio competente de la Santa Sede, reconoce y erige el Movimiento de Seglares Claretianoscomo Asociación internacional de fieles de derecho privado,según los cánones comprendidos en el título V (“De las
Asociaciones de fieles”), capítulos I, II y IV del Código deDerecho Canónico, y aprueba sus Estatutos.”

“En virtud de tal reconocimiento y erección, vuestroMovimiento queda llamado a confirmar y renovar un vigorososentido de comunión eclesial, de afirmación y fructificaciónde vuestro carisma, de desarrollo misionero pujante. Importatambién que mantenga relaciones de información, de dialogo ycooperación con el Pontificio Consejo para los Laicos, quelo incorpora entre sus interlocutores habituales”74.

El Movimiento de Seglares Claretianos no olvida las eficacesgestiones llevadas a cabo en Roma por el P. José FernandoTobón para conseguir este reconocimiento oficial. El P.Tobón era entonces consultor general y encargado delsecretariado para los Seglares Claretianos.

Con este reconocimiento oficial queda concluido el proceso de nacimiento del Movimiento de Seglares Claretianos ytambién esta breve “historia” que los representantesactuales del movimiento me pidieron redactar.
73 Annales (1988) p. 243 74
Annales (1988) p. 243.
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Quiero añadir una pequeña, pero significativa anécdota. Enel año 1996 los cinco miembros de la presidencia de la CLAR(Confederación Latino Americana de Religiosos) de la que yoformaba parte, visitamos en su despecho en Roma al CardenalPironio para hablar con él de algunas dificultades quehabían surgido con respecto a dicha organización. En laconversación salió el tema de las asociaciones de seglaresrelacionadas con las congregaciones religiosas. El cardenaldijo que cuando alguien le consultaba sobre el tema le remitía al Ideario y a los estatutos de los SeglaresClaretianos porque consideraba que su enfoque y tratamientoera el más adecuado.

Por supuesto que no cayó en la cuenta de que yo eraclaretiano, pues estábamos allí en representación de la VidaReligiosa de América Latina y no de nuestras congregaciones.

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